Según se cuenta, hace unos 5 o 6 años se están creando orientaciones de gestión en las grandes corporaciones globales, como Amazon™, Google™ o Facebook™, que vamos a llamar aquí “los sesgos organizacionales de la boludez”.
Desde hace 10 años se ha hecho popular escribir y hablar de los “sesgos cognitivos” porque son los que modelan y condicionan el comportamiento y, en consecuencia, como podemos manipular a las personas según para lo que queremos conseguir de ellas.
Se aplica a todo: las ventas, las compras, las tomas de decisiones, el sexo, la cosmética y la práctica deportiva. Incluso, parece que hay sesgos cognitivos que explican por qué nos gustan más los tomates de Los Palacios, en Andalucía, que el bacalao de Noruega.
Por favor no supongan que yo soy un boludo por esto que expongo aquí: hay sesgos cognitivos que se están creando en culturas organizacionales que están arruinando el futuro de todos nosotros en favor del beneficio de cada vez menos gente que concentra más poder y más riqueza.
Algo así como: ─“Haz lo que yo te aconsejo, porque de esa manera preparo mi camino para seguir subiendo mientras tú te hundes para servirme de apoyo”.
Digo: sigue lo que recomienda la cultura organizacional de los “3 grandes” y verás como nunca podrás ser más que un comprador de sus productos o, en el mejor de los casos, su empleado explotado en el modelo más perverso de la esclavitud contemporánea: “produce creando alto valor para mí, a bajo coste para mí, hasta que tú me des a mí tu última gota de sangre”.
Llamo a esta aberración gerencial: “el sesgo organizacional de la boludez”.
Veamos:
Amazon™ contrata a decenas de miles de personas cada año porque necesita una plataforma analógica (la gente) que gestione con creciente eficiencia a su plataforma digital (el soft & hardware).
El escaso tiempo, que Amazon ™, dispone para aprender a responder con eficacia a los problemas de su crecimiento exponencial llevó a que su CEO, Jeff Bezos, recomiende cosas tan boludas como: ─“Somos una empresa del “día 1” porque siempre operamos con la mentalidad de un principiante y no como las empresas del “día 2” que piensan que ya lo han resuelto todo” (Jeff Bezzos, “2016 Letter to Shareholders”).
Entonces, en base a este argumento meramente decorativo, se pronuncia el “sesgo organizacional de la boludez” de Amazon ™ que dice: “muchas decisiones y acciones son reversibles y no necesitan un estudio extenso que valore la toma de riesgos” (J. Bezos, dixit).
A ver: ¿cuánto duras en tu empleo, o con tu propio emprendimiento, si vas tomando “decisiones reversibles” que pueden crear, como es obvio, varios “problemas irreversibles” porque tienes poco tiempo y poca información para pensar?
Cuando se analiza en detalle el modelo de gestión en la alta dirección de Amazon ™, es fácil entender que eso es una “chorrada” (español_ES), una auténtica boludez (español_AR); porque en Amazon ™ disponen una cantidad abrumadora de personas en el sector del “día 1” equivocándose en los procesos ligeros y una cantidad abrumadora de personas en su sector del “día 2” reparando los problemas que causan en el “día 1”.
¿Puede un empleado de una pequeña o mediana empresa ser siempre un principiante en el “día 1”? No, porque le cortan las pelotas.
¿Puede una pequeña tienda minorista, de barrio, actuar a la ligera o sin la preparación suficiente? No, porque la aplasta Amazon ™.
El lema de Facebook durante sus primeros días era “muévete rápido y rompe cosas”.
Otros sesgos organizacionales de la boludez, en Silicon Valley, son “finge hasta que lo logres”, o la boludez suprema: “fracasa rápido”.
Si bien estas apelaciones al coraje que empaquetamos como los “sesgos organizacionales de la boludez”, al mejor estilo de la película “Braveheart”, son intentos de alentar que los empleados para que actúen rápido, argumentando que equivocarse y rectificar es mejor alternativa que vacilar sin la garantía que aumenten las posibilidades de acertar, lo real es que en estas grandes empresas el error se paga con el destierro.