Si en un concurso preguntasen por nuestros sentidos, cualquiera se frotaría las manos diciendo que son cinco: vista, olfato, gusto y tacto ¿has oído bien? En 1999 llegó Bruce Willis y nos mostró el sexto ¡Pasé un mes sin poder levantarme de la cama para hacer pis! Menos mal que de ese no tengo, y la fabulosa Anne Germain tampoco (clic en esta noticia). Para hablar con los muertos más que un sexto sentido se necesita imaginación, esquizofrenia y mucha cara dura. Señor Willis, siento decírselo....siento llevarle la contraria...¡y más voy a sentir convertirme en su enemigo!, pero si existe un sexto sentido no puede ser otro que el sentido del humor. También se habla de un tal sentido común, pero lamentablemente es el menos común de todos.
Jim Carrey mofándose de los fotógrafos Con los años los sentidos se desgastan, y llega un día en el que para ver una foto casi tienes que pegartela en la frente. El oído no corre mejor suerte, muchos ancianos se suscriben a "¿qué me dices?" y menean la cabeza afirmativamente aunque no estén entendiendo ni papa. No dejan de anunciarnos gafas, sonotones, pasta dental y cremitas, pero ¿qué hay del sentido del humor? ¿ese no hay que cuidarlo y mantenerlo? Todos conocemos la frase "no te vayas a dormir sin saber una cosa más" Tampoco deberíamos hacerlo sin echarnos unas buenas risas y, por qué no, hacer que alguien se las eche con nosotros. No puedo concibir mi vida sin humor, imposible ¡es medicina! Desde mi punto de vista ni existen temas tabú ni lugares prohibidos para practicarlo: si la broma pide salir a gritos hay que dejarla escapar antes de que explote. Hay quienes llaman inmaduros a los graciosos para parecer interesantes ¡lo cual no tiene ni pies ni cabeza! El buen humor es valiente y requiere de una gran inteligencia y autoconfianza. Hacer reír resulta genial, y según las encuestas es una de las cualidades más apreciadas en una persona. Todos hemos escuchado a la típica chica jurando sobre la biblia que lo primero que busca en un hombre es sinceridad Y sentido del humor, aunque Urdangarín también juro no haber robado nada...Si eso fuera cierto más de uno tendría que haberse comprado una cama más grande. No olvidemos que a parte de hacer reír también es necesario SABER REIRSE ¡Hay gente que parece tener prohibido arquear la boca! Siempre se empeñan en ver más allá del chiste y salir al contrataque como perros de presa, evidenciando su baja autoestima. Las bromas son bromas, algunas más acertadas que otras, pero si producen ira en vez de risa es que tienes un problema. La vida es muy corta como para tomarselo todo en serio. Este año me he ganado algún que otro enemigo y la razón siempre es la misma: falta de humor.
¿Han probado a reirse de sí mismos? Es la leche. Normalmente pocos tienen narices para hacerlo. Mi vida cambió a mejor el día que me falté al respeto en público. De crío siempre se metían con mis orejas, no había que ser muy astuto para darse cuenta del tamaño. Aguanté y aguanté durante años en total estoicismo, llegando a la absulouta amargura, hasta que un día la profesora trajo a clase la película Dumbo (¡cómo la odiamos los orejudos!) y me anticipé al resto de espabilados. Para que hagan bromas sobre mí prefiero hacerlas yo, que para eso soy yo. Berto Romero no duda en hacer gracias sobre sus defectos, y se ha convertido (para mi gusto) en uno de los mejores humoristas de este país "Nos reímos mucho de los otros pero de uno, cuesta. Nos pesan demasiado los complejos, los defectos, las debilidades. Y es cuando empiezas a reírte de tí mismo cuando empiezas a no darte importancia"