Revista En Femenino

El Sí acepto de Argentina

Publicado el 24 julio 2010 por Daniela @lasdiosas
El Sí acepto de ArgentinaEl 14 de julio el Senado argentino aprobó la ley que reconoce el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio, lo que constituye un avance significativo en el goce de sus derechos. Argentina se puso así a la vanguardia en Latinoamérica, al ser el primer país que aprueba el matrimonio igualitario en todo su territorio. Lo precedieron Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia, cuya primera ministra, Johanna Sigurdardottir, estrenó la ley contrayendo ella misma matrimonio con su compañera.
La ley, que será promulgada el miércoles como ya lo ha anunciado la presidenta argentina, se aprobó en una reñida votación con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones y luego de 14 horas de discusión en el Senado y de un gran debate público que puso en el tapete desde las concepciones más conservadoras hasta las más proclives a la aprobación. Es un paso trascendental en el proceso de construcción ciudadana de los argentinos y argentinas y un ejemplo de movilización ciudadana y de fortalecimiento de la democracia para el resto de países, pues reducirá sin duda las brechas que existen entre ciudadanos y ciudadanas. Más derechos para todos y todas, más democracia es la esencia del otorgamiento de esta ley.
Claro que pese a que lo que se logró es que haya la posibilidad de que personas que aman a personas de su mismo sexo puedan casarse por la ley civil, sectores de la iglesia católica – cuyo cardenal Jorge Bergoglio ha dicho que ese proyecto “es la pretensión destructiva del plan de Dios” – seguirán presionando y algunos funcionarios y funcionarias del Estado intentarán oponer su ideología religiosa al mandato de la ley, olvidando que sirven a un Estado laico. Este ha sido el caso de Marta Covella, jueza de paz de la provincia de La Pampa, quien declaró que “en la Biblia, Dios no aprueba esa forma de vivir. Me crié leyendo la Biblia y sé lo que Dios piensa. Dios ama a toda la gente pero no aprueba las cosas malas que hace la gente. Y una relación entre homosexuales es una cosa mala delante de los ojos de Dios." (1)
En el Perú también el Cardenal Juan Luis Cipriani se ha pronunciado al respecto, señalando que Argentina no es un buen ejemplo a seguir. “Argentina tiene un mal equipo de fútbol y un muy mal entrenador como Maradona. Yo creo que no hay que imitar esas partes de Argentina, creo yo que el matrimonio es una institución natural de hombre y mujer complementarios para toda la vida.” (2) Tan poco dado a entender el amor en todas sus dimensiones, el Cardenal, que no pudo ver en el sasachacuy tiempo y no puede ver aún que defender los derechos humanos no es una cojudez, sino un acto de amor y de justicia, tampoco puede ver que el pueblo argentino, al luchar por dar dignidad y visibilizar a los excluidos, hace una demostración no sólo de ciudadanía sino de amor. La senadora Blanca Osuna del Frente Justicialista para la Victoria de Entre Ríos lo resume brillantemente en la sustentación de su voto: “Los católicos que nos planteamos dar respuesta positiva (a la ley) lo hacemos desde la convicción de que si hay una forma hermosa, comprometida y sincera de responder a los principios de nuestra fe, es justamente dar la mano a los humillados, ¿y quiénes más humillados que quienes han sido calificados como desviados, enfermos, incorrectos?” (3)
Lo que el proceso de debate de la ley en Argentina puso en el escenario público es el claro cuestionamiento al contrato heterosexual vigente en la mayoría de nuestras sociedades, en donde se niega, invisibiliza y combate lo que se salga de la norma heterosexual. Cualquier intento o esfuerzo de romper esta norma despierta los preconceptos más arcaicos sobre la homosexualidad o sobre las disidencias sexuales, trayendo a menudo a flote la homofobia y la intolerancia, pese a los discursos que intentan ser políticamente correctos. Es el caso, por ejemplo, de la candidata a la Alcaldía de Lima, Lourdes Flores Nano, quien, aunque pide respeto para las relaciones entre personas del mismo sexo, afirma que “siendo absolutamente tolerante, me parece que la institución matrimonial es la unión de varón y de mujer, esa es su naturaleza.” (4) No queda muy claro en donde está lo absoluto de su tolerancia.
Monique Wittig dice, en relación a posiciones como ésta, que: “Los discursos que particularmente nos oprimen a todas nosotras y a todos nosotros, lesbianas, mujeres y homosexuales, son aquellos que dan por sentado que lo que funda una sociedad, cualquier sociedad, es la heterosexualidad. Esos discursos hablan de nosotras y de nosotros y presumen de estar diciendo la verdad en un terreno apolítico, como si hubiera alguna cosa significable capaz de escapar de lo político en este momento histórico y como si, en lo que a nosotras y nosotros concierne, pudieran existir signos sin significado político.” (5)
Qué más significado político que la lucha llevada a cabo por los argentinos y argentinas para lograr la igualdad en derechos y la lucha que llevan a cabo en todos nuestros países los movimientos LGTB por romper el círculo vicioso de la reproducción del silencio, las cerraduras de armarios, por quitarse las máscaras que a muchas personas protegen de pagar el costo de la disidencia y responder afirmativamente a la pregunta “Somos libres, ¿lo somos siempre?”, que alude a la primera estrofa del himno nacional de Perú y que fue una de las consignas de la IX Marcha del Orgullo en Lima.
Por lo pronto, en algunos países ya se vive esa libertad, y si bien ser homosexual no implica tener un determinado estilo de vida, una misma ideología, una situación económica igual, pues hay personas con diferentes opciones sexuales en todos los sectores sociales y en todas las ideologías, sí podemos afirmar que hay diferencias sustanciales en cuanto a la posibilidad de ejercer los derechos en la mayoría de los países del Norte, en donde luego de años de lucha por el reconocimiento a la igualdad de derechos, podemos encontrar casos como los de Alemania. Aquí tenemos, por ejemplo, que el alcalde de la ciudad de Hamburgo, el demócrata cristiano Ole von Beust, el presidente del grupo parlamentario de Los Verdes, Volker Beck, y el vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, son gays. Incluso este último ha hecho un viaje oficial en compañía de su novio, Michael “Micky” Mronz, a China y Japón, países que se vieron obligados, pese a los tabúes y la intolerancia que tienen en relación a la homosexualidad, a recibir a la pareja del vicecanciller con el protocolo diplomático establecido para las visitas oficiales.
Finalmente, cabe señalar un tema que es frecuentemente mencionado cuando se habla de relaciones o matrimonios entre personas del mismo sexo, el de la maternidad o paternidad. Para mucha gente que puede aceptar una relación homosexual, este punto suele reeditar los fantasmas y sacar a flote la inconciente intolerancia. ¿Cómo van a educar a un niño si son así? Va a sufrir, un niño necesita de un padre y una madre. O ¿cómo una lesbiana va a educar a sus hijos? como escuché alguna vez. Para cualquier niño o niña, el amor, el sentirse acompañado y amado es lo que constituye la base para que en su futuro puedan ser hombres y mujeres íntegros, tolerantes y libres.
Cuando se tiene hijos o hijas que se ama, más allá de la opción sexual, tenemos el compromiso de trabajar duramente para su felicidad, como lo dice Marta Dillon al contar su experiencia de maternidad con su compañera: “como padres y madres que saben que las zozobras que implica la crianza de un hijo no dependen de nuestros cuerpos sexuados, sino de la capacidad de entrega, de la generosidad para reconocer los deseos y necesidades de otro, más allá de los propios prejuicios, de la propia historia.” (6)
“El amor es un derecho humano” fue otra de las consignas de la marcha por el Orgullo en Lima y el compromiso de todos y todas debería ser defenderlo en todas sus expresiones, contra todas las discriminaciones, pues de lo que se trata también es que la gente tenga la libertad de decidir y goce del derecho a la felicidad que todos y todas nos merecemos.
Por Rosa Montalvo ReinosoFoto: Patricia CarrilloNoticias Ser Perú
La Ciudad de las Diosas

Notas:

(1) “Marta Covella, la primera jueza argentina que se niega a oficiar bodas sexuales”, La Voz Libre, 16 de julio del 2010, http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/83355/marta-covella-la-primera-jueza-argentina-que-se-niega-a-oficiar-bodas-homosexuales
(2) “Cardenal Cipriano pidió no imitar en el Perú aprobación del matrimonio homosexual como lo hizo Argentina”, El Comercio.pe, 16 de julio de 2010. http://elcomercio.pe/noticia/609420/cardenal-cipriani-pidio-no-imitar-peru-aprobacion-matrimonio-homosexual-como-lo-hizo-argentina
(3) “Argentina pasa a la cabeza de América Latina: Se aprobó matrimonio para parejas del mismo sexo”, Colectivo Ovejas Negras, s/f. http://ovejasnegras.org/noticias/2010/julio/matrimonioenargentina.html
(4) “Lourdes Flores se mostró en contra del matrimonio homosexual, pero pidió tolerancia”, El Comercio.pe, 17 de julio de 2010. http://elcomercio.pe/noticia/609890/lourdes-flores-se-mostro-contra-matrimonio-homosexual-pidio-tolerancia
(5) Monique Wittig (1978): “La mente hetero”, Discurso leído por la autora en Nueva York durante el Congreso Internacional sobre el Lenguaje Moderno realizado en 1978 y dedicado a las lesbianas de EE.UU. Traducción de Alejandra Saldá. (6) Marta Dillon, “Nuestro hijo, a pesar de todo”, Página 12, 8 de julio del 2010. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/149083-47875-2010-07-08.html

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