El Concejo de Piloña, en concreto el término municipal de Borines, enclavado en un privilegiado entorno natural, esconde una joya del pasado humano: la cueva de El Sidrón. Se trata de la mayor cavidad asturiana de calizas no carboníferas, aunque su principal interés reside en su valor biológico (sirve de refugio a especies de quirópteros y coleópteros) y, por encima de todo, en su valor prehistórico, ya que alberga el yacimiento neandertal más importante de toda la Península Ibérica.
Se presenta al viajero que lo visita como un vasto complejo kárstico con diez entradas conocidas que se agrupan en varios sectores: el Sector de la Tumba, que incluye la cueva y el sumidero de la Tumba; el Sector de la Cabañina, que comprende la cueva y sumidero de la Cabañina y las cuevas del Sidrón; los pozos de Aura y el Sector de la Salelagua, con la cueva y resurgencia de Salelagua. El desarrollo total topografiado es de 3.226 metros, y se distribuye en tres niveles: superior, sin circulación de agua, y compuesto por entradas y galerías fósiles elevadas.
Los arqueólogos trabajan a conciencia en la cueva de El Sidron./elcomercio.es
La amplísima colección de restos óseos desenterrados la han convertido en una referencia obligada a nivel mundial. Tanto es así que gracias a las pruebas obtenidas en El Sidrón se ha podido estudiar un grupo de homínidos que vivieron en este enclave hace 43.000 años. La muestra se compone de un total de 850 fragmentos esqueléticos entre huesos y dientes.
Los hallazgos han tenido lugar a lo largo de varias campañas arqueológicas que arrancaron en el año 2000.En 2004 sucedió un hecho clave: la recuperación de la primera secuencia de ADN mitocondrial, compuesto por cuarenta y siete nucleótidos. Fueron los restos de cuatro individuos distintos los que permitieron recuperar una región entera muy definitoria del ADN mitocondrial. La destacable cavidad de El Sidrón posee, asimismo, pinturas rupestres.
Cráneos de neandertal hallados en la cavidad asturiana./elcomercio.es
Hace algunos años se encontraron en la cueva los restos de nueve miembros, cinco adultos (dos mujeres y tres hombres), dos adolescentes y dos niños. Todos ellos presentaban buena salud, a pesar de que terminaron siendo víctimas de actos de canibalismo. El Sidrón está declarado como Lugar de interés geológico español de relevancia internacional por el Instituto Geológico y Minero de España.
En 2007, gracias a sus excelentes condiciones, El Sidrón se integró en el proyecto Genoma Neandertal, cuyo objetivo era obtener un borrador del genoma de esta especie. Así, pudo recuperarse el gen MC1R, que regula la pigmentación de la piel y el cabello. Eso permitió determinar que algunos neandertales del yacimiento asturiano eran de piel clara y cabello pelirrojo o bien rubio.
Caderas con artrosis y huesos de niños correspondientes a restos de neandertales de El Sidrón./elcomercio.es
Según los expertos, la Península Ibérica fue la región europea donde los neandertales coexistieron durante más tiempo con el hombre moderno, aunque el análisis de ADN de los fósiles de El Sidrón invita a descartar una posible hibridación entre ambas especies.
Según explicita el vídeo que os dejo a continuación, los neandertales de la zona de El Sidrón vivían en grupos de baja diversidad genética en los que la heterogeneidad del ADN era aportada por las mujeres, según ha descubierto una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Disfrutad de un apasionante recorrido por los orígenes de la humanidad más primitiva en la propia España:
Dónde dormir: Hotel Coses de la Vita; La Vita, 25; 33549 Arriondas, Parres (Asturias); teléfono: 636130037 y 985840150; www.cosesdelavita.com.
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