Silencio
La ciudad se hizo silencio.
Denso,
espeso,
gris
como la barricada de nubes
que obligó a pararse al sol.
Silencio
sólo hay silencio en las calles.
La garúa cae en un susurro
para no perturbar..
Un par de pericos
vuela sobre mi cabeza
y el escándalo de su aleteo
me sobresalta.
El sonido de las ruedas de bicicleta
que se deslizan sobre el asfalto
arenoso y húmedo
hacen un ruido pornográfico.
Un tordo gris bajo el cielo gris,
desde el cableado eléctrico,
mira con asombro la calle
que a las diez de la mañana
no parece despertar.
En cada esquina,
una barricada.
Una mujer cubre sus hombros
con una bandera,
su cabeza con otro tricolor
y sentada en su banco
cuida la calle.
Los buenos días
se susurran,
como con temor
de profanar el silencio.
Un indigente pasa
con su perro atado a una cuerda,
saluda con sordina,
revisa...