Revista Maternidad

El silencio perdido

Por Mamadedos @bcuatre
El silencio perdido
Otra de las consecuencias de la maternidad es que desaparece el silencio y el sosiego de tu vida, o por lo menos de la mía ha desaparecido.

Me refiero a esos silencios recuperadores de paz y harmonía tan necesarios para el ser humano, o por lo menos para mi.Es una de las muchas cosas que extraño, pero últimamente es la que más extraño quizás sea porque llevo unos meses duros de trabajo.Llegar de trabajar, un duro día de seguimiento pesado, de prisas, de ruidos, de velocidad, de temeridad, de sorpresas, de correr... llegar a casa, respirar, tomar una copa de vino mientras me preparo una bañera caliente, buena música, ropa cómoda, improvisar cualquier cosa de cena y a la cama.Cualquier coincidencia con mi día a día desde que soy madre es pura utopía ahora mismo.Llegar de trabajar, aparcar el coche o la moto, pequeño suspiro en el ascensor, abrir la puerta de casa y todo menos silencio y paz. Si que es verdad que admirar esa carita de alegría que viene corriendo a abrazarme llena y mucho....Porque aquella copa de vino en la tranquilidad se ha convertido en ni poder dejar el bolso, sacarme el abrigo que la peque y la mayor, cuando está, se lanzan a contarme sus cosas del día a día y ansiosa la pequeña siempre pregunta ¿Mami, que hay de cena? .Es tener la "habilidad" de madre de pactar unos minutos para poder ducharme, ponerme cómoda y preparar la cena.¿Y ese momento baño?.... zas... esfumado.... una ducha pum pam con suerte si me deja, porque en muchas ocasiones aún no he metido el dedo gordo en la ducha que ya entra a hacerme compañía.Y es que ser madre es RENUNCIAR a muchas cosas, una RENUNCIA VOLUNTARIA de cosas como del SILENCIO; una renuncia obligada de cosas que jamás te hubieses imaginado y que por supuesto nadie me contó.Pero también te diré que RENUNCIAS a MUCHO peroro contra GANAS EN MUCHO MAS, ganas momentos que nunca olvidarás, ganas besos (que por supuesto son libres), ganas cariño y amor a raudales, ganas sonrisas, creces como persona y aprendes a amar incondicionalmente, sin límite y aprendes la verdadera esencia de la maternidad.Respecto a ese silencio que os digo, pues como con el buen sexo.... a pagar para disfrutar de silencios bien merecidos y cargar pilas para más.He dicho, digo y diré.Mamadedos


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