Revista Cultura y Ocio
Hace tiempo, este sillón tenía un premonitorio color brandy. Encajado en él escribí un libro, leí algunos, comí bastantes lentejas y pasé demasiadas tardes murmurando la noche anterior.
Adoptado por mis amigos Esaú y María, rejuvenecido con estas franjas, tiene ahora rincón nuevo.