Corre el año 1973. Un chaval que luego se pondría el nombre de la cosecha de siete años antes en una redes sociales que ni siquiera podía imaginar disfrutaba con los Chiripitiplaúticos o los Payasos de la Tele. Mientras tanto, un bólido recorría las carreteras españolas, sobre todo la mítica Nacional VI, esa a la que se iba a tumbar la aguja a la Cuesta de las Perdices. EL nombre: Simca 1200. Ahí es nada.