Durante la novela se irán alternando diversos planos. Por un lado la crónica de los últimos días del régimen sudvietnamita, y los primeros tiempos del dominio de los vencedores vietcong.
Por otra parte se nos relata la llegada y no fácil adaptación de estos aliados derrotados a un país que parece recibirles con los brazos abiertos, pero que en muchos casos no saben muy bien qué hacer con ellos, generándose un curioso submundo que entre trapicheos e incomprensiones generan una comunidad que vive y trabaja en una curiosa burbuja económica-cultural.Es de destacar la parte del libro en que el protagonista es contratado por la industria cinematográfica hollywoodiense para trabajar como asesor de una gran producción sobre la guerra de Vietnam, que claramente retrata uno de los filmes canónicos norteamericanos sobre dicho conflicto.el brutal impacto entre ideología y realidad
Y todo esto con la mirada de un vietnamita, que no de un norteamericano, que además es un infiltrado del Vietcong, lo cual nos da un punto de vista sorprendente y que hace pensar muy mucho sobre la vida y los avatares de los EE.UU. de la época, así como nos ofrece una visión bien distinta de lo que aconteció y significó la guerra del Vietnam.
Pero la novela no es solo un documental de la época con un testigo de excepción, sino que es la crónica de un hombre que ha de vivir con una doble identidad, tanto hacia sí mismo, como hacia los demás, que al estar dentro de varias realidades analizará comportamientos y acciones desde muy variados puntos de referencia, con la tensión y angustia que puede provocar el estar inmerso en semejante situación. Pese a su fidelidad a los ideales comunistas, tendrá que convivir con personas con las que ha de establecer relaciones que no pueden siempre pasarse por el tamiz de lo ideológico, y que le supondrá duras disonancias cognitivas y dolorosos desgarros emocionales.La peculiar situación de nuestro protagonista nos retrotrae a grandes novelas del género como El factor humano, de Graham Greene, o El espía perfecto, de John Le Carré, donde más allá de relatarnos las peripecias de un espía, se nos habla de un hombre que ha de desdoblarse entre sus ideales y la convivencia con seres humanos que se supone son sus enemigos.La alternancia entre la crónica de unos hechos y la vivencia de los mismos por el protagonista está conseguida magistralmente, pues la narración alterna ambos planos, y se nos va introduciendo en una historia y unos dramas personales y sociales que nos van enganchando a medida que pasan sus páginas.De esta forma en El simpatizante, el autor nos regala con una sorprendente crónica de los EE.UU. de finales de los setenta y principios de los ochenta, y sobre todo un documental de Vietnam y sus gentes, que por lo menos a quien esto escribe le ha sorprendido, pues desconocía muchas de los asuntos y realidades que relata, y que sólo nos habían sido contadas por autores occidentales.Pero además el autor nos ofrece una poderosa, lúcida e implacable reflexión sobre los seres humanos que por diversas razones viven en el desarraigo de su país, al tener que vivir en una cultura con referentes sociales diferentes.Y de igual forma estremece el brutal impacto entre ideología y realidad por la que ha de pasar el protagonista, al que acompañaremos en una dolorosa experiencia vital marcada por el impacto en aquellos que han de jugar a una vida que no sienten como suya. Una grata sorpresa esta estupenda novela.
Seix Barral, 2017Compra en Casa del LibroJosé María Sánchez Pardo