Me llena de orgullo y satisfacción estrenar la categoría del blog de Opinión. Quiero hacer de esta categoría un espacio a través del cual los que escribimos aquí podamos expresar nuestras ideas acerca de temas concretos. Sé que puede parecer inverosímil, pero si, los jóvenes tenemos cierta conciencia para con el mundo que nos rodea.
Hoy quiero hacer un breve apunte sobre una cosa que comentaba ayer con un familiar sobre este tema tan escabroso que son los sindicatos. Él es otro de los muchos trabajadores descontentos con la labor sindical hoy día. La conversación surgió con el tema huelgas, cuando el me espetó un “¡déjate de huelgas!”. Mi curiosidad se despertó y le pregunté que cual era el lado negativo:
Mira, aparte de que hoy ninguno de los sindicatos mayoritarios se va a mover por nada, pues ya maman bastante de Papá Estado y otras ayudas que les llueven de mil sitios, ¿quién le paga al trabajador ese día que ha faltado a su puesto sin una justificación de fuerza mayor, como puede ser, por ejemplo, causas médicas? Como está el panorama, muchísima gente suscribiría esa huelga de palabra, pero pocos se podrían permitir perder ese dinero que perderían.
La conversación continuó, y llegamos a un punto muy interesante, en el cual él planteaba la situación sindical ideal:
¿Tu sabes cómo me afiliaría yo a un sindicato? Pues muy sencillo. En primer lugar, que los obligaran por ley a mantenerse económicamente de los afiliados. Nada de ayudas, nada de subvenciones ni cosas por el estilo. Eso prohibido. También pondría que mientras uno trabaje, las cuotas fueran del orden de 50~60€, bastante más caras que las casi simbólicas que hay hoy día. No me importaría pagarlos, porque sé que ese sindicato se va a pelar el culo por los trabajadores. ¿Que quieren huelga? Perfecto, que la convoquen, y con todo ese dinero y al ser una cosa puntual, pues se le paga al trabajador el valor del día o de los días que ha perdido.
Ciertamente me quedé estupefacto, pues todo lo que decía tenía una coherencia notable, y me hizo ver las cosas desde una nueva perspectiva. No puedo hacer otra cosa que compartir su opinión.
Poniendo esto en común ayer con otra persona, me quedo con una frase que dijo, la cual pienso que está cargada de razón:
No vamos a ser tan tontos de negar que en el pasado los sindicatos fueron una pieza clave durante la lucha de los derechos de los trabajadores, pero tal y como están hoy en día, parece que la defensa del trabajador ha dejado de ser una de sus prioridades.