No es raro verlo en la consulta pero desconocía que estaba catalogado con este nombre.
El síndrome de alergia oral, o SAO, es una reacción alérgica que generalmente solo afecta a la boca y la garganta. Las personas con síndrome de alergia oral reaccionan a alimentos específicos, como ciertas frutas o verduras, los cacahuetes o los frutos secos de cáscara. Cuando ingieren el alimento al que son alérgicos, pueden experimentar picazón, cosquilleo, hormigueo, inflamación y enrojecimiento en labios, boca y/o garganta, generalmente en el curso de los minutos posteriores a la ingesta.
Las personas que son alérgicas al polen son más proclives a padecer SAO. De hecho, esta afección es un síndrome alérgico alimentario relacionado con el polen. El sistema inmunitario de la persona afectada se confunde al interpretar que los alimentos que está ingiriendo son similares al polen, sustancia a la que la persona es alérgica. Muchas personas afectadas por un síndrome de alergia oral pueden ingerir los alimentos problemáticos si, en vez de tomarlos crudos, los toman cocinados. Esto se debe a que el proceso de cocción modifica los alimentos lo suficiente como para que el sistema inmunitario deje de considerarlos como una amenaza.
El síndrome de alergia oral generalmente solo afecta a la boca y la garganta. Pero, en constadas ocasiones, la reacción alérgica también afecta a otras partes del cuerpo. Si su hijo corre el riesgo de presentar reacciones alérgicas más graves, su pediatra le recetará un medicamento especial para casos de emergencia, que su hijo deberá tener siempre a mano.
Si el pediatra considera que su hijo padece un síndrome de alergia oral, les entregará un listado de alimentos a evitar o con los que deberán tener un cuidado especial. También les dará otros conejos para reducir las probabilidades de que su hijo presente reacciones alérgicas a los alimentos problemáticos, como pelarlos o cocinarlos antes de ingerirlos.