El síndrome de piernas inquietas es un trastorno muy difícil de definir , ya que consiste en que la persona afectada siente tantas molestias en sus piernas que necesita moverlas sin parar para aliviarse.
Esta sensación es ciertamente muy desagradable para quien la padece, ya que le provoca molestias para hacer cualquier actividad que requiera un reposo, como dormir o viajar.
El síndrome de las piernas inquietas en el embarazo
La verdad es que este síndrome puede afectar a todo tipo de personas, desde niños a personas mayores, aunque se considera que el embarazo es uno de los motivos que hacen posible su aparición.
Si una mujer en estado de gestación experimenta dolor y una sensación de hormigueo en las piernas cuando está sentada o duerme, se puede pensar que sufre el síndrome de piernas inquietas.
Por lo tanto, es recomendable que visite al médico para consultarle un tratamiento adecuado.
Además, hay que tener en cuenta que, a medida que avanza el embarazo, las molestias causadas por el síndrome de piernas inquietas van a aumentar, siendo aun peores en las gestantes que tienen anemia de hierro.
Intentar controlar el síndrome de piernas inquietas
Además de acudir al médico para que le prescriba un tratamiento adecuado, una mujer embarazada puede intentar controlar los síntomas molestos que le produce el síndrome de piernas inquietas siguiendo algunas pautas básicas.
Para empezar, es esencial que haga todo lo posible por favorecer un estilo de vida que le permita descansar bien por la noche. Para lograrlo, debe intentar reducir su estrés, y seguir unas pautas de alimentación sanas. El yoga y el shiatsu pueden ayudarle especialmente a relajarse.
El ejercicio suave también le ayudará a mejorar la circulación sanguínea y, por lo tanto, a mejorar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. También se le puede preguntar al médico si considera viable que la mujer reciba masajes en las piernas.
El síndrome de piernas inquietas después del parto
Las mujeres que sufren las molestias que les genera el síndrome de piernas inquietas durante el embarazo, y que se agravan durante los últimos meses de gestación, pueden pensar que el parto les librará de estas incómodas molestias. Pero no siempre es así. Algunos estudios médicos han demostrado que este síndrome puede reaparecer después de dar a luz.
Por lo tanto, existen muchas posibilidades de que las sensaciones tan desagradables de dolor, tirantez y cosquilleo que notan las embarazadas con síndrome de piernas inquietas, se repitan cuando la mujer ya las cree superadas, incluso algunos años más tarde de haber tenido a su hijo.
La verdad es que se desconoce el origen de este síndrome, aunque todos los datos recogidos en estudios médicos apuntan a que puede deberse a problemas circulatorios. Lo que sí está demostrado es que factores como la anemia de hierro, el estrés excesivo, o el tomar cafeína pueden aumentar sus síntomas. Por lo tanto, aunque no hay un tratamiento definido para combatirlo, es importante hacer ejercicio y mantener una vida sana, para tenerlo lo máximo de controlado posible.