Me jode una barbaridad tener que decir “lo dije”, si lo buscan en este blog está escrito, muchas veces, pero si el sevillismo cae en la trampa de tener que jugar aquello que viene en llamarse “derbi”, volveremos a caer en la mediocridad más absoluta.
El “derbi” es el título que más anhela conseguir el segundo equipo de la ciudad. Es el máximo trofeo al que aspira y esto es ganarle al Sevilla FC. Ellos, aunque bajasen esta temporada, con ganarle al equipo de Nervión hubiesen hecho la temporada del siglo.
El club sevillista consiguió ser más grande aún, solo cuando fue capaz de zafarse de localismos. Si el Sevilla no hubiese caído en esa trampa una y otra vez, probablemente, nunca se puede decir, pero tendría los mismos títulos que el Valencia CF, por poner un ejemplo.
Los derbis son un esperpento que solo nos hacen distraernos de nuestros objetivos. Lo de ayer debió ser un partido de tres puntos para conseguir llegar a Europa, pero plantearlo como un trofeo local nos lleva a estas cosas. Una vez más a lo largo de la historia.
Pero es que “ni chicha, ni limoná”. Si se plantea como un derbi y vamos a jugarlo como tal, el entrenador debe marcar a fuego en el cráneo de los jugadores, como si de un código de barras se tratase, la obligatoriedad de ganarle al segundo equipo de la ciudad que para eso lo es. Si esto no es así, el entrenador no merece entrenar a los que portan la camiseta del grande de Andalucía, ni los jugadores llevar el escudo del eterno campeón andaluz en el pecho.
Salía despotricando ayer un tal Manolo Cardo del estadio, que lo vi yo, no sabemos bien qué, ni por qué, aunque lo imaginamos. Un antiguo entrenador que cuando jugó los derbis sabía qué hacer para hacerles morder el polvo en la mayoría de las ocasiones, una y otra vez, sin parar.
El equipo bético salió más enchufado que el Sevilla FC ante una jaula de seguidores verdiblancos, ávidos por volver a Nervión tras esos años por aquellos lodazales. Sin embargo, esto es algo que se repite cíclicamente, ya que cuando el equipo bético vuelve a coincidir en Primera División con el Sevilla FC viniendo de abajo, el equipo blanquirojo suele perder. Y sería cuestión de verlo, pero es muy probable que la mayoría de los derbis ganados por el Betis sean en esta tesitura de equipo ascensor histórico, que dicho sea de paso, es el equipo de Primera que mas veces ha descendido.
El Consejo de administración sevillista sigue sin detectar el verdadero problema de esta plantilla. Problema que lleva repitiéndose varios años ya. Un entrenador puede equivocarse, pero cinco entrenadores no. Algo pasa en ese grupo humano y que, con el presidente a la cabeza, el Consejo debe investigar hasta sus últimas consecuencias. Esta debe ser la prioridad y objetivo principal de cara a la próxima temporada. Es la gran asignatura pendiente de nuestros dirigentes desde hace algunos años.
Y a mí que me dejen de rollos. Si alguien me demuestra que tío por tío y puesto por puesto no tenemos una de las 4-5 mejores plantillas de la Liga, me callaré, pero mientras debemos pensar que no es un problema de planificación. Los tiros deben apuntar hacia otro lugar y yo lo haría hacia el vestuario.
Tenemos plantilla, otra cuestión es ver si tenemos equipo y por qué.
Dejemos disfrutar a las criaturas, y me refiero solo a las que me han dejado mensajitos, porque para poder cortarle la cabeza al pollo tan solo necesitamos que el pollo la saque, como ayer. El Alcorcón también consiguió ganarle al Madrid.
Sí debo hacer una crítica y una protesta en firme desde aquí hacia mi directiva, esta estará dirigida a que no se obligara a los jugadores sevillistas a hacerle el pasillo al equipo bético por conseguir su objetivo de la permanencia en Primera. Dicho queda, que conste donde convenga, a los efectos oportunos.
Por lo demás, en días como hoy tan solo procede sacar a pasear los trofeos. Otros no podrán hacerlo.
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