El singular origen de Nutella

En China emplean la misma palabra para definir crisis y oportunidad. Una prueba de lo acertado del vocabulario del país asiático es la brillante idea que tuvo un pastelero italiano en los difíciles años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1946.

Durante la posguerra el precio del cacao era muy alto debido a los elevados impuestos que lo gravaban, al igual que ocurría con muchas otras materias primas. Esta situación impedía la fabricación y distribución de chocolate de manera convencional, lo que obligó a este pastelero de la región del Piamonte, llamado Pietro Ferrero, a fabricar un producto con avellanas para reducir la cantidad de cacao. El resultado fue el dulce Giandujot, palabra inspirada en el nombre de un personaje de marioneta Gianduja. Se trataba de una pasta de chocolate envasada en papel de aluminio que se cortaría y se serviría en rebanadas sobre el pan.

Cinco años más tarde la barra fue transformada en una crema para untar, y le puso el nombre de Supercrema Giandujot. Debido a la gran demanda la producción artesanal ya no era suficiente, por lo que la transformó en una producción industrial a la vez que creo una red propia de distribución, desde la fábrica al consumidor.

En 1964 el hijo de Pietro, Michele, mejoró la receta y pensó que un nombre más sencillo podría ayudar a dar a conocer el producto, así que unió “nut”, última silaba de la palabra inglesa “hazelnut”, que significa avellana, con el sufijo latino “ella”. A partir de ese momento se empezó a distribuir en tarros por todo el mundo y se abrieron fábricas por varios países de Europa. Incluso hay tiendas dedicadas exclusivamente a este producto.

Nutella pertenece al grupo Ferrero, tercer productor europeo de dulces y el sexto del mundo en el sector de dulces y chocolatería, con cerca de 16.000 empleados. Su dueño, Michele Ferrero, es el hombre más rico de Italia y el 23º más rico del mundo con 20.400 millones de dólares según la revista Forbes. Otras marcas famosas del grupo empresarial son Kinder y Ferrero Rocher.

La compañía fue una de las primeras empresas en hacer uso de la televisión como plataforma publicitaria. En la década de los setenta se elige una serie de dibujos animados “Il Gigante Amico” de los hermanos Nino y Toni Pagot.

Gracias al ingenio que un día tuvo un pastelero y a las magníficas estrategias funcionales, corporativas y competitivas de diferenciación, como la introducción de avellanas en un bombón o un huevo de chocolate con un juguete sorpresa dentro, este grupo empresarial ha hecho de su producto estrella, una crema que se puede utilizar en infinidad de recetas, siga presente en miles de hogares sesenta años después, con la que se podría cubrir 8 veces la Gran Muralla China con los frascos vendidos en un año.