En
1948, el novelista y dramaturgo británico Robin Maugham…
…
conseguía fama y notoriedad con su primera novela, “The servant ” (El
sirviente).
En
1961, el director británico Michael Anderson encargaba al dramaturgo londinense
Harold Pinter el guión cinematográfico de la citada novela. Finalmente,
Anderson se retiraba del proyecto, asumiendo el norteamericano Joseph Losey la
dirección de esta adaptación cinematográfica no sin antes insistir en que
Pinter reescribiera la mayor parte del guión. Esto llevó a lo que Losey
definiría más adelante como su única discusión en más de veinte años de
amistad… Pero Pinter llevó a cabo las pertinentes correcciones.
“Junto
a ‘Rey y patria’,
la cima de un director siempre atento y comprometido”
(Miguel
Ángel Palomo, Diario El País)
Joseph
Losey estudió filosofía pero siempre estuvo interesado por el teatro, llegando incluso
a trabajar junto a Bertolt Brecht. Tras las cámaras cinematográficas desde
1939, el público ya había visto a toda pantalla películas suyas como “El
muchacho de los cabellos verdes”, “El merodeador” o “El tigre dormido”. Tras “El
sirviente” se sumarían a la filmografía de Losey como director otros títulos como
“Rey y patria”, “Modesty Blaise”, “Accidente”, “El mensajero”, “Chantaje a una
esposa”, “Una inglesa romántica” o “Los baños turcos”.
Harold
Pinter inició en 1960 su andadura como guionista en series y telefilmes de la
pequeña pantalla. En 1963 debutaba en el cine con “The caretaker”, título al
que seguiría de inmediato “El sirviente”. Posteriormente, volvería a trabajar
con Losey en “Accidente”, “Modesty Blaise” y “El mensajero”.
Con
otros directores, Harold también nos dejaba después los guiones de
“Conspiración en Berlín”, “El último magnate”, “La mujer del teniente francés”
o, ya en 2007, el remake de “La huella”.
El
londinense Douglas Slocombe firmaba la extraordinaria fotografía de “El
sirviente”. En el cine desde 1941, el público ya había disfrutado a toda
pantalla con sus imágenes en títulos como “Ocho sentencias de muerte”, “Oro en
barras”…
…
“El hombre vestido de blanco”, “Mandy” o “Freud, pasión secreta”. Tras “El
sirviente”, Slocombe nos dejaba también su arte en otros títulos como “Viento
en las velas”, “El baile de los vampiros”, “El león en invierno”, “Jesucristo
Superstar”, “El gran Gatsby”, “Rollerball”, “Julia”, “Nijinsky”… Y “En busca
del arca perdida”, “Indiana Jones y el templo maldito” e “Indiana Jones y la
última cruzada”. Total nada.
Y
la banda sonora de “El sirviente” nos era ofrecida por el compositor de jazz,
saxofonista y clarinetista inglés John Dankworth, en el cine desde 1960 y
moviéndose también por el medio televisivo. Tras “El sirviente”, Dankworth
volvía a colaborar con Losey en “Modesty Blaise” y “Accidente”.
A
lo largo de la película, escuchábamos en varias ocasiones “All gone”, un tema compuesto por el propio John Dankworth
con letra de Harold Pinter…
…
e interpretado por Cleo Laine, actriz y cantante de jazz… y mujer de John
Darkworth.
“He
servido durante trece años, señor. Últimamente he trabajado como ayuda de
cámara de varios miembros de la nobleza…”
Dirk
Bogarde nos regalaba una más que extraordinaria composición de Barrett, su
sensacional personaje en esta película.
Tras
su debut cinematográfico como extra en 1939, Dirk había sido visto ya también
en otros títulos como “El farol azul”, “Extraño suceso”, “Un médico en la
familia”, "El tigre dormido" (primero de sus títulos con Joseph Losey), “El jardinero español”,
“Historia de dos ciudades”, “El ángel vestido de rojo”, “Víctima”, “Motín en el
Defiant” o “El extraño caso del doctor Longman”.
Tras
su impecable interpretación en “El sirviente”, Bogarde volvería a trabajar con
Joseph Losey en “Rey y patria”, “Modesty Blaise” y “Accidente”.
Dirk
también nos dejaría su inconfundible sello en “Justine”, “La caída de los dioses”,
“Muerte en Venecia”, “Portero de noche”, “Providence”, “Daddy nostalgie”…
Magistral
Dirk Bogarde, sublime actor y un grandísimo maestro de la expresión. De mis
favoritos, favoritos, favoritos… ¿verdad, Dirk?
Procedente
de una auténtica familia artística, su padre agente teatral, su madre actriz,
su hermano Edward actor, su hermano Robert productor…
…
James Fox debutaba a los once años de edad como actor, y como William Fox (su
verdadero nombre), en “La historia de los Miniver” (1950), título cinematográfico
al que siguieron otros dos antes de meterse de lleno en el mundo de las series
televisivas.
Hasta 1962, año en el que volvía al cine con “La soledad del corredor de fondo”
y otras dos películas más antes de “El sirviente”. Después llegarían “Aquellos
chalados en sus locos cacharros”, “La jauría humana”, “Isadora”, “Greystoke”,
“Pasaje a la India”, “La casa Rusia”, “Juego de patriotas”… y “Lo que queda del
día”, donde James volvía a interpretar el papel del señor de la casa, ésta, eso
sí, un poco más grande…
“Me
mudaré aquí dentro de dos o tres semanas y de momento estaré solo, así que
necesitaré un sirviente…”
James
nos ofrecía en “El sirviente” una espléndida recreación de Tony, su personaje…
…
manteniendo en todo momento un asombroso duelo interpretativo con ese monstruo
de la actuación llamado Dirk Bogarde. Magnífico también James Fox.
Para
dar vida a Susan, la novia de Tony, fue elegida en un primer momento Vanessa
Redgrave. La actriz tuvo que rechazar lo que hubiera sido su debut cinematográfico
por encontrarse embarazada de la también futura actriz Natasha Richardson…
…
y el papel de Susan le fue otorgado finalmente a la actriz inglesa Wendy Craig,
quien había aparecido ya a toda pantalla en títulos como “Un lugar en la
cumbre” o “El extraño caso del doctor Longman” (también junto a Dirk Bogarde). Tras
su espléndida actuación en “El sirviente”, Susan se centraría más en la pequeña
pantalla.
Una
también magnífica Sarah Miles interpretaba a Vera. Antes de “El sirviente”,
Sarah había aparecido tan sólo en su debut cinematográfico el año anterior en
“Escándalo en las aulas”. Tras “El sirviente”, la conocimos también como Rosy
en “La hija de Ryan”, Catherine en “El hombre que mató a Cat Dancing”, Alice en
“Pasiones en Kenia” o como Grace en “Esperanza y gloria”.
El
actor irlandés Patrick Magee aparecía brevemente en el papel del obispo. Magee
debutaba como actor en 1959 y había intervenido ya en multitud de títulos
cinematográficos y series televisivas. Tras “El sirviente” también le vimos en “Zulú”,
“Cromwell”, “La naranja mecánica”, “Barry Lyndon” o “Carros de fuego”.
Completaban este magnífico
reparto Catherine Lacey, Richard Vernon, Ann Firbank, Doris Knox, Jill Melford,
Derek Tansley… Y, en dos brevísimas
apariciones…
…
John Dankworth, el mismísimo compositor de la banda sonora de la película que
nos ocupa…
…
y Harold Pinter, el mismísimo guionista de la misma.
Y
también cobraban gran importancia en “El sirviente”…
…
las escaleras…
…
y el espejo.
Dos
objetos inanimados... o no del todo. Por las primeras circulaba nueva
información, tanto hacia arriba como hacia abajo, tanto para los personajes de
esta historia como para nosotros como espectadores. Respecto al segundo, éramos
nosotros, los espectadores, los que simultáneamente veíamos también lo que ocurría al otro lado... a través del espejo.
“Elegante,
espeluznante y fascinante”
(Time)
Producción
de Joseph Losey y Norman Priggen para Springbok Production, “El sirviente” (The servant) era
estrenada en Reino Unido el 25 de noviembre de 1963, hace hoy ya 50 años, habiendo
sido anteriormente presentada en el Festival de Cine de Venecia.
Entre
otros muchos premios y nominaciones, “El sirviente” recibió el británico Premio
Bafta a mejor película, actor (Dirk Bogarde), actriz (Sarah Miles), actor
promesa (James Fox) y fotografía. También fue nominada en las categorías de
guión y actriz promesa (Wendy Craig).
Premio
al mejor guión dramático en los Writers’ Guild of Great Britain, la película
fue asimismo candidata al León de Oro en el Festival de Venecia.
Durante
el rodaje de “El sirviente”, Joseph Losey tuvo que ser hospitalizado durante
dos semanas…
…
período de tiempo en el que Dirk Bogarde continuó con la filmación de la
película recibiendo diarias instrucciones por teléfono del propio director
desde su cama del hospital.
Cuando
Losey se reincorporó al rodaje, no rehizo nada de lo rodado en esas dos
semanas.
SUSAN:
“¿Qué es lo que quiere de esta casa?”
BARRETT:
“¿Qué quiero?”
SUSAN:
“Sí, ¿qué quiere?”
BARRETT:
“… Soy el sirviente”