El sistema CAN SLIM fue creado por William O’Neil, que lo describió en el libro “How to make money in stocks”, un libro muy recomendable para los amantes de la inversión en acciones.
Es un gran método. En realidad es la combinación de varias técnicas: compra las acciones tipo crecimiento, con un buen componente value y fundamental y unas gotas de análisis técnico.
Aunque es un sistema que requiere un esfuerzo de análisis, al estar orientado a plazos más bien largos, no tiene porqué resultar demasiado pesado.
Además, sus técnicas son claras, lo que elimina en buena medida la subjetividad.
¿Cuales son esas técnicas?
Simplemente debemos seleccionar las mejores acciones que haya en el mercado, acciones que van a subir como la espuma. Y el acrónimo del sistema nos va a guiar: C-A-N S-L-I-M:
C: current earnings, beneficios por acción actuales
La C nos indica que debemos comprar acciones que hayan tenido un importante incremento en sus beneficios por acción del trimestre actual, al compararlos con los beneficios por acción del mismo trimestre del año anterior. No el beneficio del trimestre anterior, ojo.
Porque si una compañía ha tenido peores beneficios que el mismo trimestre del año anterior, es improbable que prospere en su cotización.
Ahora bien, ¿cuanto deben incrementarse los beneficios por acción?
Aunque no haya una cifra absoluta, O’Neil habla de un fuerte incremento. No vale un 5 o un 10%.
En 40 años de histórico del mercado norteamericano, de entre las 500 acciones que más subidas han experimentado, 3 de cada 4 de ellas han tenido un incremento de sus beneficios en el último trimestre del 70%, antes del gran movimiento en sus cotizaciones.
Y la cuarta compañía que no ha tenido un gran incremento en sus beneficios en el mismo trimestre, lo ha tenido en el trimestre siguiente.
Por tanto, podríamos asumir un incremento mínimo de beneficios del 20%, aunque las acciones realmente propensas a despegar en bolsa suelen estar en torno al 30% o 40% en el incremento de beneficios. Y en mercado alcistas, el 50% o más.
Pero cuidado con los beneficios:
- Hay empresas que no muestran beneficios trimestrales, sino que los agrupan en 6 meses, o 1 año: Esas compañía mejor evitarlas.
- Y hay que analizar los beneficios: no valen los extraordinarios, como puede ser la venta de una participada, o conseguir un permiso poco frecuente de comercialización. Deben ser beneficios del negocio corriente, beneficios recurrentes.
A: annual earnings, beneficios anuales
La letra A nos dice que la compañía debe incrementar sus beneficios anuales por acción todos los años de los últimos 5 años.
Cada informe anual de beneficios debe ser superior al año anterior.
En caso de que uno de los años presente una bajada de beneficios por acción, ese valor no debe ser comprado.
Un análisis del mercado americano revela que las acciones que más han subido en las últimas décadas han tenido un incremento anual de beneficios del 24% en promedio, siendo lo más habitual un 21%.
En algunos casos se llega al 25% y hasta el 50% de incremento anual.
La estimación de beneficios para el año en curso debe ser también buena, aunque esto tiene menos importancia porque las estimaciones son sólo suposiciones, que se pueden cumplir o no.
Estos incrementos pueden parecer exagerados, pero no lo son, forman parte del ciclo del mercado: las empresas jóvenes y con éxito suelen acumular varios años de fuertes beneficios, liderando los ciclos alcistas de mercado, llegando a veces a liderar el mercado durante dos ciclos alcistas consecutivos.
Este criterio elimina el 80% de las compañías de un sector. Es un buen modo de librarse de los perdedores y quedarse con los ganadores.
N: New, nuevos gestores, nuevos productos, nuevos máximos
Estos 3 nuevos items son los que pueden impulsar una compañía hacia adelante.
- Un nuevo equipo de gestión en los dos últimos años puede ser un punto de inflexión en una empresa, pasando de pérdidas a beneficios.
- También los nuevos productos tienen un influencia enorme en la marcha de una empresa; frecuentemente son los que permiten aumentar los beneficios exponencialmente.
Sólo hay que recordar a Apple y su primer iPod, presentado en el año 2004 seguido después de otro nuevo producto, el iPhone. En los años de creación de nuevos productos, Apple incremento sus beneficios espectacularmente; y si observamos su cotización, la empresa subió desde 2 $ en el 2004 hasta 100 $ en el 2013, un 5.000% de nada. Apple es un caso un tanto especial, pero hay muchos otros ejemplos.
- Los nuevos máximos son una gran oportunidad de inversión. Ya he comentado esta idea en algún otro artículo, como el sistema de las tortugas.
Y es que, la gran paradoja de los mercados es que lo que parece muy caro y arriesgado para la mayoría, muchas veces continúa subiendo y superando máximos una y otra vez. Y lo que parece bajo y barato, frecuentemente sigue bajando.
O’Neil sin embargo recomienda buscar un punto de entrada de las acciones que hacen nuevos máximos, cuando han superado una corrección: es decir, tras hacer nuevos máximos el valor suele corregir. Si después retoma las subidas, y se acerca de nuevo a los máximos, es momento de entrar.
Estos 3 elementos nos permiten posicionarnos de nuevo en acciones super-ganadoras.
S: Supply and Demand, pequeña capitalización
La letra S se refiere a las acciones flotantes: el número de acciones que están de libre disposición en el mercado.
Las empresas que cotizan en Bolsa no colocan todas sus acciones en venta, sino una parte, por lo general mucho menos del 50%. Esto se debe a que los accionistas principales no quieren perder el control de la sociedad, así que sólo se negocia una pequeña parte de las acciones en bolsa.
Pues bien, a menor número de acciones de libre disposición en bolsa, mejor.
Esto es lógico: ¿cuanto dinero debe fluir hacia una compañía para que suba un 50%, si tiene 300 millones de acciones flotantes? ¿Y cuanto dinero si tiene 30 millones de acciones flotantes?
Es mucho más fácil que suba la cotización de la compañía con pocas acciones que de la grande. Por eso, si el resto de factores son idénticos, elegimos compañías de menor capital flotante, menor número de acciones libres.
En sus análisis O’Neil comprobó que más del 95% de las empresas con fuertes revalorizaciones tenían menos de 25 millones de acciones flotantes.
Además de este dato, O’Neil recomienda también comprobar a los insiders: cuánto capital de la compañía es comprado por los propios gestores. A mayor interés de los propios gestores de retirar acciones del mercado para quedárselas ellos, mejor.
No siempre es fácil encontrar ese dato, pero en el mercado americano existe información. Echa un vistazo a esta página de insider-monitor
Y bueno, con esto he llegado a mi limite de palabras.
La semana que viene explicaré:
- Las tres letras que faltan del CAN SLIM
- Un sistema de entrada y salida, tanto para acciones con éxito como las que no
- Y los resultados que, razonablemente, podemos esperar.
Pero, ¿que te parece hasta ahora?
¡Me interesan tus comentarios!
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