El smartphone, aliado del viajero

En primer lugar, el teléfono móvil puede servir para sustituir o complementar la memoria humana. En la medida en que tenemos cada vez más información, resulta difícil recordar todo. Y en los viajes, es factible olvidar la numeración donde se encuentra el hotel en el que estamos alojados, tanto como el número de habitación.

Para evitar estos percances, lo más simple es tomar fotografías. Con un simple click, guardamos registro de datos centrales para identificar lugares, direcciones postales, y otros detalles que, incluso, puede ser complicado explicar, cuando el turista viaja a un destino en el que no domina el idioma.

Además de ello, en los viajes es habitual usar la cámara de fotos del celular para tomar fotos del plato de comida que nos sirven en un restaurante, y compartir la captura en las redes sociales. Pero, además de esos fines, existe otro uso que aporta información valiosa: tomar la foto de la carta o el menú.

Con ello, garantizamos saber qué fue lo que comimos, exactamente. No sólo para intentar repetir la receta en casa, sino también para poder explicar la ingesta ante algún malestar estomacal, por caso. Sería casi imposible que un médico que no habla el mismo idioma que el paciente comprenda lo que éste comió y, eventualmente, no pudo digerir.

De la misma forma, muchas veces el viajero se encuentra ante el desafío de volver al sitio desde el cual partió en su recorrido. Por caso, cuando sale a caminar y conocer la ciudad en la que se encuentra. En esa situación, tener la precaución de tomar fotos de los carteles que indican calle, avenida, intersección y numeraciones, es indispensable.

Definitivamente, puede no ser nada grato perderse en una gran ciudad, en la que nos resulte complicado hacernos entender. Es importante destacar que para guardar las fotos, lo mejor es tener copias de seguridad, ya sea en el mismo móvil, o, mejor aún, en la nube.

El acceso desde cualquier dispositivo con internet resuelve problemas cuando, por ejemplo, necesitamos la información, pero el móvil no funciona, no tiene energía, o lo hemos perdido, o nos lo han robado.

Cabe aclarar que cada vez son más los viajeros que eligen protegerse de las ondas electromagnéticas que emiten los móviles. Si bien la ciencia no es concluyente al respecto, es posible utilizar fundas que no solo protegen el dispositivo, sino que, además, bloquean todo intercambio de radio frecuencias.

Otro tanto ocurre con los documentos que acreditan identidad en el extranjero. Es fundamental contar con ellos, y cumplir con las normas vigentes, pero, al mismo tiempo, llevar con nosotros el pasaporte, por ejemplo, es un riesgo, porque ante cualquier accidente o situación inesperada, no hay repuesto. Se trata de un documento demasiado importante y delicado.

Por ello, se recomienda tomar fotos del pasaporte, y llevarlas en el teléfono. Lo mismo es posible con los pasajes de avión, o el documento de identidad. Actualmente, en casi todo el mundo se acepta como válida la fotografía del documento como prueba de su existencia.

Por último, es importante ser precavido a la hora de usar el móvil, con aplicaciones o plataformas que necesitan internet para funcionar. Es que, en un país desconocido, puede ocurrir que no tengamos acceso a ese servicio, esencial para la comunicación a través del teléfono.

Por ello, lo recomendable es tomar fotos de las rutas que los navegadores ofrecen. Capturas de pantalla guardadas en el dispositivo, sobre todo de los mapas, que nos permitan orientarnos sin conexión. De esa forma, nos aseguramos llegar al destino aún sin tráfico de datos.