Seguramente hayáis recibido la visita de algún amigo o familiar, sufriendo así las complicaciones de adaptar el espacio y darles acomodo, especialmente si tu casa es pequeña. De igual modo, vivir compartiendo espacios o en familias numerosas, puede requerir soluciones en las que el espacio se deba combinar dentro de una misma habitación para varios usos. Ahí es donde se convierte en imprescindible la adquisición de un sofá cama, pero tranquilos, eso no quiere decir comprar un modelo feo o incómodo.
Tanto para resolver alojamiento de visitas inesperadas como para dar salida multifuncional a un cuarto, por ejemplo en el caso de hermanos que comparten habitación, los recursos que ofrecen los sofás-cama son ilimitados obteniendo más aprovechamiento del espacio y pudiendo además convertir rápidamente un salón confortable (en el modo sofá) en una habitación óptima para dormir (convertido en cama), sin perder por ello un ápice de diseño o elegancia en nuestra decoración.
Un sofá cama no es sinónimo de diseño aburrido ni mucho menos de incomodidad, como podía pensarse antiguamente. Existen modelos especialmente pensados para asegurar un buen descanso incluso en usos esporádicos y en cuanto a la estética, es interesante revisar catálogos que oferten modelos sofisticados y modernos, pues se ha puesto mucho mimo en la actualidad en convertir a este mueble en un referente ligado a la propia decoración de la casa, no solamente un elemento multifuncional escondido en un rincón.
Además, el diseño industrial ha resuelto complicaciones de antaño, como la dificultad para abrirlos y recogerlos, o la incomodidad de guardar complementos como cojines y almohadas. Sin olvidar la elección del colchón que incluirá el sofá cama, en la actualidad se fabrican con una conciencia de calidad buscando materiales adaptables, no sólo de muelles, sino también fibra y visco, lo cual permite que a pesar de uso poco habitual, cuando lo utilicemos sea una herramienta cómoda para nuestro descanso.
Dado su carácter multifuncional, no debemos perder de vista sus posibilidades cotidianas. Un sofá-cama con chaiselongue, nos permitirá disfrutar de comodidad en nuestro salón durante el día y de una confortable cama por la noche.