Contra los tópicos existentes en torno a la industria del software, algunas premisas completamente erróneas, pero además, no solo hablamos de dinero, hablamos de justicia social.
Son constantes las ocasiones en las que escucho conceptos como neutralidad tecnológica, o la necesidad de que los países puedan generar dinero entorno a las TICs, y como para eso lo suyo son las licencias y el modelo privativo. Realmente son conceptos y afirmaciones que suelo escuchar, tipo Linux no es seguro ni sirve para sistemas críticos, y que es necesario crear más empresas de software que triunfen como Microsoft.
Por eso, "entiendo" la reflexión de estos consultores tecnológicos sobre que las administraciones públicas deban y necesiten despilfarrar el dinero público, el que es de todos -y lamentablemente parece que de nadie- para uso y disfrute de unas pocas compañías, aquellas que con un modelo lock-in esclavizan y someten a las administraciones públicas, imponiendo un monopolio tecnológico en el que o se compra directamente a la multinacional, o bien a algún proveedor autorizado por dicha corporación tecnológica extranjera (que se queda con una mínima ganancia).
Si este enorme beneficio para la ciudadanía en su conjunto no fuese poco, generar riqueza para las grandes multinacionales tecnológicas, además renuncian a su soberanía tecnológica y a la capacidad de poder usar los recursos públicos de forma eficiente, también son muy .
¿De veras que es el único camino?Como es evidente, el tono de los primeros párrafos no puede ser otro que el sarcástico -si aún queda algún lector que no lo haya entendido-, pero es que además, y desde un enfoque claramente de interés público, ya no hablamos solo de economía -aunque parece que en estos últimos años fuese el único tema de conversación-, hablamos de justicia social.
El modelo privativo fomenta la oscuridad, lo restrictivo, el modelo ganar-perder: yo gano con tu pérdida, yo gano si tu no sabes como hacerlo o no te permito hacerlo,.... Mientras que el modelo libre es el cooperativo, el de compartir, el de crear Sociedad, de la capacitación de futuras generaciones entorno al principio de libertad, el de mostrar la solución,... o, incluso si me lo permiten, de republicanismo cívico. ¿Tan difícil es ver la diferencia?
¿Cómo es posible que cuando países por todo el mundo apuestan más y más por las tecnologías libres, cuándo multinacionales, empresas, bolsas de valores,... usan a diario software libre, sigamos teniendo una visión tan obtusa de la nueva realidad tecnológica?
Por si esto fuera poco, no hay que olvidar que el software libre no solo no es gratis, sino que vale más de 2200 millones de euros.