¿Y si tuviéramos la facilidad de hacernos desaparecer de una escena cuando no estamos a gusto?. Sería tan simple como dar a la tecla de borrar de nuestro teclado y comenzar de otra manera….
El estilizado y valiente soldado asirio intentó desentumecer sus adormecidos músculos. Movió sus piernas y sus brazos y comprobó cómo crujía su cuello al girarlo a uno y otro lado. Sus largas y copiosas barbas no habían crecido desde entonces, al igual que la cascada de cabello trenzado que le nacía bajo el casco. Sus ropas estaban intactas pese a la dura batalla en la que había logrado hazañas increíbles, y sus regios brazos asían de nuevo el escudo y la lanza.Avanzó paso al frente y observó. Pero no le gustó el mundo que tenía ante sí y volvió a introducirse en el inmortal bajorrelieve que se alzaba portentosamente en la pared del museo parisino.Monte de Ánimas