
En el caso del consentido de la casa de cómics de Marvel, Spider-Man, fue el pionero de las películas de cómics, allá por el año 2002, innovando en los efectos especiales (aunque ahora Woody, Buzz y compañía nos parezcan más reales), enfocándose en los orígenes del arácnido, aunque cambiando un poco su historia. 3 años más tarde, Spiderman 2 se colocaba como una de las mejores cintas de cómics pero fue en la tercera parte de la saga, en 2007, cuando todo se nos caía con una cinta sin pies ni cabeza, que terminaba por destrozar la mitología del arácnido y los corazones de miles de fans ilusionados que esperábamos ver a nuestro héroe en una película que le hiciera justicia a su historia. En medio de rumores, sobre una cuarta parte de la saga, nos sorprenden anunciando un reboot a escasos 5 años de haber visto la última historia, con nuevo director, nuevos personajes y jurando una y otra vez que "era una historia que se complementaba con las películas ya existentes".
Muchos de nosotros nos preguntábamos si era necesario el reiniciar la historia tan pronto, aunque el argumento principal a su favor era una nueva visión que fuera más apegada a los cómics tradicionales. Es así que, de la mano del inexperimentado Marc Webb (500 días con ella) -hay que reconocer que Marvel se ha arriesgado a dejarle proyectos grandes a gente que no tiene mucho renombre y han salido buenos resultados, ahí tienen la reciente Avengers con Joss Whedon- y con gente joven y muy talentosa como Andrew Garfield y Emma Stone en los papeles principales de Peter Parker y Gwen Stacy respectivamente.

El 3D no impresiona en la primera mitad del filme, donde hay pláticas, donde se conoce a sí mismo. Pero cuando empieza la verdadera acción, cuando entrenamos y nos volvemos un "vigilante" es cuando uno agradece la tecnología. Cuando se siente que viaja por los cielos de Nueva York y peleando en sitios donde solo una araña puede hacerlo. Sin ser una cinta pretenciosa, cumple el objetivo de entretener y nos regala una cinta que, por sí sola, es capaz de opacar a sus predecesoras. Y si siguen por ésta línea, estaríamos ante otro grandisimo acierto de Marvel. Están aprendiendo a explotar mejor sus productos, entregándonos no sólo cintas comerciales para sacar dinero, sino para que la gente justifique el ir cada año, o cada medio año, a disfrutar una nueva cinta de súper héroes, porque más que disfrutarla sólo los nerds, lo disfrutará todo el público, incluida la crítica especializada -y he de aclarar que, orgullosamente, pertenezco al primer grupo-
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