Revista Cultura y Ocio
Il pleure dans mon coeurComme il pleut sur la ville,Quelle est cette langueurQui pénètre mon coeur?(Spleen, Verlaine)
Hay casi una canción de Fauré para cada estado de ánimo, quizá porque partió de una minuciosa selección de poemas que reflejan desde las pasiones más intensas (sean religiosas o amorosas) hasta la delicadeza del batido de las alas de una mariposa.
Roy Howat, un pianista que admiro por muchas razones y especialmente en el repertorio fin de siècle, lleva unos años editando para Peters la obra para piano de Gabriel Fauré y yo estudio con sus ediciones.
Además de las incursiones en la música de cámara (piezas para flauta y piano, para violonchelo y piano, la Sonata para violín y piano op. 13), ahora podemos contar con la edición crítica de las mélodies para voz y pian, en la que ha colaborado Emily Kilpatrick. Sea uno cantante o no este repertorio es clave para captar lo que Jean-Michel Nectoux denomina el "claroscuro" del compositor francés.
Sans nous préoccuper de ce que nous destineLe Sort, nous marcherons, pourtant du même pas,Et la main dans la main, avec l'âme enfantineDe ceux qui s'aiment sans mélange, n'est-ce pas?(N'est-ce pas, Verlaine).