Revista En Femenino

El suelo pélvico: aliado o enemigo

Por Titiroca

El suelo pélvico es un sistema de músculos y ligamentos responsable de mantener en correcta posición la vejiga, el útero y el recto. Del estado de esta musculatura depende en gran medida nuestra calidad de vida. Sin embargo, muchas mujeres todavía no se preocupan por su suelo pélvico ni tan siquiera saben dónde está. ¿Por qué?

Los momentos en los que debemos tener especial cuidado con el suelo pélvico son:

  • En el embarazo esta musculatura soportará el aumento de peso que conlleva el bebé y los cambios hormonales, haciendo que hasta un 40% de las embarazadas tenga pérdidas de orina.
  • En el parto, el suelo pélvico se estira tantoque sin los mecanismos de defensa del propio embarazo el daño sería irreparable. Y si el parto es intrumentalizado la lesión es mayor.

La incontinencia urinaria es la patología de suelo pélvico con mayor prevalencia en la mujer aunque también existen dolores al mantener relaciones sexuales, presión en la pelvis, problemas con las deposiciones, aparición de hernias...

El suelo pélvico: aliado o enemigo

Hoy hablo con Irene, Bimadreimperfecta, que tuvo graves problemas con el suelo pélvico, y me cuenta de primera mano como fue su experiencia, para que tengamos en cuenta la importancia de fortalecerlo y tenerlo presente, porque más del 60% de las mujeres sufre o sufrirá problemas relacionados con el suelo pélvico. OMG!!

El suelo pélvico: aliado o enemigo

¿Cuándo empezaron tus problemas con el suelo pélvico?

Noté que algo iba mal casi tras el parto. Fue algo complicado, con inducción, maniobra de kristeller y atonía uterina incluida, pero aún así notaba como " se salía" hacia fuera " algo " cada vez que iba al servicio.

¿Tenías molestias?

Dolor en la zona del periné que se extendía hacia los muslos, encontrarme todo hacia fuera cada vez que iba al servicio, infecciones por tenerlo expuesto y pérdida de orina con los sobreesfuerzos.

Madre mía, y ¿qué solución te dieron?

Al principio ninguna, la ginecóloga me examinó tras el parto y me dijo que no había solución y que me aguantara. Tras informarme con otros profesionales, solicité sesiones de rehabilitación de suelo pélvico. Tardaron bastante en dármelas, comencé a trabajar y era horrible, volvía a casa solo con ganas de sentarme y se me hizo muy duro. Tras las primeras sesiones noté una mejoría asombrosa y pude ver la luz al final del túnel.

El suelo pélvico: aliado o enemigo

¿Qué sucedió cuando te volviste a quedar embarazada de nuevo?

Desde el minuto 1 me lo trataron como embarazo de riesgo pero eso no impidió que volviera a descolgarse todo el suelo pélvico. Aquí ya era veterana y, en cuanto tuve la primera revisión, solicité rehabilitación. Ésta fue muy rápida pero aunque al principio pareció que funcionaba, poco después volvió a descolgarse otra vez. Al parecer mis ligamentos estaban dañados y ya no había rehabilitación que pudiera arreglar eso.

Al final tuviste que pasar por quirófano ¿cómo fue la intervención? ¿Ya no tienes ningún tipo de problema con el suelo pélvico?

La intervención fue larga, más de 5 horas de quirófano y era mi primera intervención con anestesia general, así que tenía un poco de miedo.

Consistió en una histerectomía con conservación de ovarios y cuello uterino y colocación de una malla para mantener el cuello en su sitio. Parece muy agresivo pero las otras soluciones que existen podían dar más complicaciones a largo plazo que ésta. La recuperación es larga, de hecho sigo de baja hasta enero.

Los problemas ya no están, puedo ir al baño sin tener que pensar en " limpiar y meter ", aún noto algo de debilidad en la vejiga y al estornudar ya tengo que ir al servicio, pero seguramente con rehabilitación lo solucionaré pronto.

El suelo pélvico: aliado o enemigo

¿Qué le aconsejarías a quién tiene problemas con el suelo pélvico y no sabe qué hacer?

Que no se "aguante", que busque profesionales que le orienten y atiendan con humanidad. No son cosas solo de mujeres mayores y que aunque se piensen que con unos ejercicios de kegel se arregla puede hacer más mal que bien si no te orientan para hacerlos correctamente.

La rehabilitación parece una tontería y puede dar algo de vergüenza pero los profesionales de verdad te harán sentir cómoda y respetada y llegaréis a solucionarlo.

Y por cierto, no, no duele la rehabilitación pélvica, algo molesta pero para nada dolorosa.

Gracias Irene por compartir tu experiencia. No sabes cómo me alegro que ya esté todo solucionado. Te lo mereces 😉


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