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El sueño de Confucio (2ª lectura)

Publicado el 20 septiembre 2012 por Xoselois

El sueño de Confucio (2ª lectura)

El sueño de Confucio

AutorJean Lévi (1948)
TraductorMaría Concepción García-Lomas
 IntroducciónCristina Peri Rossi
 LibroEditorial: Círculo de LectoresEdición: 1994Páginas: 315ISBN: 84-226-4743-5
Mi impresión
Si no recuerdo mal, la primera lectura de este libro la hice más o menos a finales de los años 90 del pasado siglo (¡qué lejano parece!), y me gustó, pero creo que con esta segunda lectura, además de refrescarme en su lectura, también he sido capaz de entender mejor lo que realmente quiere decir. Cabe decir que la lectura de este libro no es fácil, porque el autor, francés, intenta redacatar como un propio chino de la época, con la cantidad de alegorías, símiles, personificaciones o, en definitiva, figuras literarias que no siempre quieren decir lo que realmente ponen.
Aunque los hechos que se narran se supone que suceden, si no me equivoco, un par de siglos antes de nuestra era, creo que hoy en día, salvando las distancias, nos encontramos con un mundo que se gobierna, a una mayor escala, de igual manera. La narración comienza con la descripción de un grupo de personas que conforman un conjunto de círculos concéntricos de poder que, sin llegar a conocerse entre ellos (en las reuniones aparecen caracterizados o disfrazados), intentan gobernar los distintos reinos que existen en parte de lo que hoy en día es el este de China, pegada a la península de Corea. Además, para evitar infiltraciones, los círculos, concéntricos, de poder, no se conocen entre ellos, salvo por un único enlace que tansmiten las órdenes desde arriba abajo y la información de abajo arriba. A medida que se sube, en la escala de poder, los círculos se encuentran compuestos por menos gente. El pertenecer a alguno de los círculos e ir ascendiendo, en importancia, puede suponer llegar a gobernar "el mundo".
Con todo, este grupo llegará a corromperse, con los años, porque lo que a priori les beneficia, el anonimato, puede convertirse en un arma de doble filo, siempre y cuando un espía logre introducirse en alguno de los círculos. Pero no por ello, antes de llegar a ese punto, se evita predicir que los diferentes reinos acabarán undos en un único y que el poder acabará adquiriéndolo un personaje que está llamado a ello por las divinidades celestes. No sólo las divinidades conseguirán lo predicho, sino que hay un personaje que, a lo largo de los años, irá preparando el terreno para que surjan las diferentes sublevaciones del pueblo oprimido.
El elegido no será, de ninguna manera, un héroe o aquél que el pueblo desearía, sino que no dejará de ser un villano más en esta historia que, como en la propia contraportada del libro se indica, es Historia. Una buena lectura para entender cómo se empezó a forjar este gran imperio que hoy en día es la milenaria China.
Contraportada del libro
Ambientada en el tiempo que siguió a la caída de la Primera Dinastía Imperial y hasta la instauración de la Segunda Dinastía, El sueño de Confucio relata una época de agresiones, de traiciones y de batallas, en continuos intentos por llegar a imponerse en el poder. Tras la caída de la dinastía Qin, se suceden las intrigas y las pequeñas rebeliones para abolir un régimen ya gastado, despótico y cruel. Una época, en la que se llega a combatir por combatir, y en la cual el pueblo llano asiste resignado a una guerra sin regla alguna. Pero la novela se descubre pronto como algo más que una simple narración de hechos históricos y, combinando los aspectos verídicos con elementos de ficción, se convierte en una profunda y cuidada reflexión sobre la esencia misma del poder y sobre los encadenamientos y fatalismos que determinan la Historia, por encima de los propios hombres. Tomando como punto de partida el Libro de las mutaciones, uno de los más importantes textos atribuidos a Confucio, Lévi ha sabido acercarse a la filosofía tradicional china para mostrarnos un fascinante cuadro sobre el desorden y el pueblo, en una novela que sabe crear una atmósfera cruel y sanguinaria al tiempo que está llena de misticismo y sabiduría oriental.

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