Cada verano vemos cómo los equipos tiran, más o menos, de la cantera para completar su pretemporada. Para estos chavales, esas semanas son un auténtico máster.
Pero, sobre todo, me llama la atención lo que puedan estar viviendo los jugadores del Barcelona B. La mayoría de ellos, hace justo un año, no podría imaginarse vivir lo que han vivido este verano -y lo que les queda con esta Supercopa extraña-. A esto hay que añadir que muchas de las estrellas del B no han viajado con el equipo por disputar el Europeo de Francia.
Excepto algunos elegidos, la mayoría jugará en Segunda este año, pero nadie les quita que han sido tratados como héroes en Asia, por la ausencia de los jugadores del primer equipo. Son más que unas vacaciones soñadas: un stage de nivel, países desconocidos para ellos, actos, mucha prensa…
Es el sueño de cualquier canterano. Se trata de giras normalmente molestas para el cuerpo técnico. Estas jóvenes promesas, en este caso del Barça, han respondido a la perfección. Un favor mutuo. Quién sabe dónde estarán todos en unos años, pero lo vivido ya, no se lo quita nadie.
