Ya os comenté en las redes sociales hace poquito que gané un sorteo en el que el premio consistía en un libro a elegir por el ganador, y El sueño de las Antillas fue mi novela elegida: me han gustado bastante las dos novelas de tipo landscape que he leído, y además me llamó mucho la atención porque creo que es la única que existe ahora mismo escrita por una española y con una protagonista española también que viaja nada menos que a Cuba. Así que me apetecía mucho-mucho.
La historia comienza en un puerto asturiano en 1858. Un gran barco partirá hacia las Antillas y en él piensan viajar Valentina y su marido Gervasio, dos jóvenes humildes que han trabajado toda su vida sirviendo en casa de una marquesa hasta que él ha decidido probar suerte y aventurarse a viajar al nuevo mundo para prosperar y labrarse un futuro mejor que el que les esperaba en España. Pero, cómo es la vida, Gervasio enferma y muere durante la travesía, y Valentina, sola y desesperada a la llegada a La Habana, solo encuentra un empleo en un burdel -el mejor de la ciudad, eso sí- tras rechazar una propuesta de matrimonio de Tomás, un médico que conoció en el barco.
Valentina se convertirá en una prostituta famosa que se disputan muchos de los hombres más influyentes de Cuba, aunque un joven heredero de una plantación, vil pero apuesto, será el que la saque del burdel para mantenerla en una casita habanera y poder disfrutar de ella él solo. Al principio parecía idílico, pero este hombre, Leopoldo Bazán, destrozará la vida a Valentina; aunque gracias a Dios ella también tiene buenas amistades en la isla que la ayudarán en los momentos difíciles.
No os he contado apenas nada del argumento porque es un libro muy largo y en el que ya os podéis imaginar que suceden muchísimas cosas. La valoración general ha sido buena y he estado muy enganchada a la historia, pero ha habido un par de cosas que no me han gustado y que me apetecía comentar antes de nada. Lo primero es la relación amorosa entre Valentina y Leopoldo, que se me antoja de lo más ridícula teniendo en cuenta que las primeras palabras que él le dedica a nuestra protagonista son “tu nombre me gusta más que tu apodo de furcia” y “eres una ramera ignorante”. Yo entiendo que veas a un hombre de la belleza de Leopoldo y te llame la atención, pero todo posible enamoramiento quedaría enterrado en el momento en que él abriera la boca; y después de todas las maldades que le hace a la pobre mujer durante todo el libro, lo último que me esperaba de ella es que cada vez que se encuentran de nuevo surgiera la llama del deseo (y no es deseo de matarle).
Por otra parte, cada vez que un personaje se encuentra ante una situación difícil, especialmente Valentina, resulta que le tiemblan las rodillas. Y se repite tanto durante toda la novela que llega un momento que, cuando pasa algo, como por ejemplo un reencuentro entre Leopoldo y Valentina, ya lo lees pensando que a ella en breve le temblarán las rodillas, y siempre aciertas. Llega a cansar bastante al lector de tanto repetirlo.
Pero quitando estos detalles, he de decir que la novela me ha gustado mucho. Se detalla cada aspecto de la vida habanera de aquella época: nos deleita con los vestidos y peinados que hacían presumir a las damas criollas y españolas, pero también se entrevén los bandos políticos a favor de la anexión a Estados Unidos y la independencia de España y cómo afecta esto a los pobladores de la isla, así como el tema de la esclavitud y su inminente abolición, etc. Otros libros de este estilo se centran más en la vida del campo, pero en El sueño de las antillas las plantaciones, que son el motor de la isla, se ven de refilón y asistimos en su lugar al esplendor de la capital y sus gentes, que es el lugar por donde se moverá Valentina.
Aunque la historia se centra en ella, hay personajes secundarios muy variopintos que me han gustado mucho, empezando por la madame del burdel de lujo, con curiosas historias a sus espaldas. Quizás hubiera sido interesante conocer más en profundidad a los esclavos que aparecen, ya que pasan por la novela como por la vida real: imprescindibles pero casi invisibles, los pobres. Pero todos han sido personajes agradables, pues cada uno tiene sus más y sus menos y los hace más realistas.
Y me ha gustado también mucho el final, que acontece no gracias a los designios divinos que hacen que los buenos vivan felices y los malos no, sino que lo propicia la propia Valentina, y eso es de agradecer. En definitiva, una novela que aunque no la considero redonda del todo, la he disfrutado y la recomiendo.
Título: El sueño de las Antillas Autor: Carmen Santos Editorial: Grijalbo Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta ISBN: 978-84-253-4961-4 Páginas: 750 Precio: 21,90 € Propósito personal: no lo cumple Mes de la novela landscape Reto 25 en español: 11/25