El sueño es esencial para la salud y el bienestar general – como lo es la comida. Un estudio pionero examinó la correlación entre el sueño y la dieta, y confirmó que los patrones habituales de la dieta están asociados con los patrones habituales del sueño. Esta investigación puede significar que se puede lograr un sueño saludable, cambiando la dieta.
Además, el sueño puede ser útil para prevenir enfermedades. Según este estudio, el tipo de sueño determina el riesgo de ciertas enfermedades, de modo que mediante la resolución de los problemas individuales de sueño, se puede minimizar el riesgo de enfermedades como la obesidad, enfermedades del corazón y derrame cerebral. La clave es seleccionar la mejor combinación de vitaminas, nutrientes y calorías para dormir óptimamente.
Aquellas personas que duermen muy pocas horas a diario, muy a menudo se sienten aletargadas y aturdidas durante todo el día. Tienen bajos niveles de energía e incapacidad para concentrarse. Estas personas se encuentran en mayor riesgo de sufrir obesidad y diabetes en comparación con aquellas que pueden dormir mejor.
Estas personas pueden mejorar el sueño reforzando la dieta con alimentos antioxidantes. Comenzar la mañana con un vaso de jugo de tomate puede ser buena idea.
Aquellos que duermen en exceso, suelen dormir más de 9 horas por noche pero a menudo continúan cansados. Estas personas, por lo general, no obtienen suficientes cantidades del estimulante teobromina o el compuesto colina, que es importante para la salud del cerebro. El exceso de sueño puede ser un signo de hipotiroidismo, una condición en la cual la glándula tiroides no produce suficiente cantidad de ciertas hormonas.
Las personas que duermen demás podrían aumentar su consumo de teobromina comiendo 1 onza de chocolate negro por día, y añadir colina a la dieta comiendo más huevos, pavo, o vieiras.