Hace mucho tiempo existió una década conocida como los noventas. Aquellos años estuvieron llenos de sorpresas –algunas más agradables que otras– pero, sin lugar a dudas, una de las más recordadas con cariño por millones de personas es la película, Jurassic Park (1993). Esta mega producción es un claro ejemplo de por qué aún seguimos volteando a Hollywood para dejar que alguien más dé rienda suelta a nuestra imaginación, en vez de
tomar el sombrío camino europeo de los sentimientos y el intelecto… En verdad, quién necesita eso cuando tienes un ¡Tiranosaurio! En fin, Jurassic Park tomó al mundo por sorpresa porque, simplemente, lo tenía todo: impresionantes efectos especiales, acción al por mayor, personajes sencillos pero extrañamente empáticos, una banda sonora hipnótica, y dinosaurios, dinosaurios y más dinosaurios como nunca los habíamos visto. Cierto, la película no es perfecta y tiene más de un problema en su trama, pero eso jamás nos importó demasiado, convirtiéndose así en la película más redituable de Steven Spielberg hasta ahora.
Por supuesto, si estamos hablando de una superproducción en los noventas, tenemos que hablar de su videojuego. En el momento en que Jurassic Park se convirtió en un éxito (esto ocurrió aproximadamente a los dos segundos de ser proyectada en cines), la

En verdad es interesante escuchar a tantos gamers enojados y frustrados con este juego decir cosas como: “En ningún lado te decían qué debías hacer en este juego, además no podías salvar ni había un sistema de claves para volver a empezar en algún punto que no fuera el


Jonathan Dunn
La música de este juego es cortesía del británico Jonathan “Choroid” Dunn, quien tuvo un gran acierto al no dejarse guiar por el soundtrack original de la película compuesto por el gran John Williams. En vez de eso, Dunn seguió su intuición para determinar la mejor atmósfera melódica para el juego, combinando sonidos modernos con elementos un tanto más rústicos como tambores, flautas y sonidos de la naturaleza (bueno, todo eso bajo las enormes limitaciones de los 16-bits del SNES). De esta forma, la banda sonora resulta una mezcla interesante entre melodías relajantes, siniestras y una pizca de acción. Además, el juego hacía uso de su sountrack de una forma poco convencional para la época, pues la música se hacía presente o se desvanecía dependiendo de los caminos que fuéramos tomando, lo que

No se sabe mucho acerca de Jonathan Dunn, pues parece ser que decidió dejar su carrera como compositor de videojuegos en 2003 —año en el que fue acreditado en un videojuego por


Sin lugar a dudas, la banda sonora de Jurassic Park para el Super Nintendo es uno de los elementos más memorables de un juego que llegó a ser jugado por muchos tan solo porque llevaba el nombre de la película favorita de todos en ese momento. Es cierto que el juego pretende ser innovador para su época (y por momentos lo logra… más o menos), pero mientras algunos lo vieron como un juego menor, otros no pudimos resistirnos a la música creada por el extinto Jonathan Dunn y jugamos por horas sin poder salvar ni saber exactamente qué hacer en el parque de dinosaurios favorito de todos.
Desafortunadamente, este soundtrack no obtiene la más alta calificación que le puede ser otorgada a la música de un videojuego debido a su corta duración, pero sí obtiene el prestigioso Sello de Genialidad de Bitúsica. ¿Por qué? Simplemente por ambientar de manera perfecta un juego limitado que termina siendo recordado por los gamers nada más ni nada menos que por su música. Y es que, si uno no obtiene el Sello de Genialidad precisamente por eso, entonces ¿qué se tiene que hacer para ganarlo?

[1] http://www.giantbomb.com/jonathan-dunn/3040-16075/
[2] http://www.vgmpf.com/Wiki/index.php?title=Jonathan_Dunn
[3] Ídem.

