En muchas ocasiones los dueños (o emprendedores) se sienten solos y no tienen la seguridad de ver las cosas con objetividad ni de verlas en toda su amplitud. Los titulares de una empresa, aún cuando tengan la capacidad de abstraerse de sus prejuicios actúan en direcciones interesadas, consciente o inconscientemente.
Es por ello que todo empresario necesita consejos, necesita a alguien que pueda entender la dinámica de su negocio y la dinámica de su mente, necesita el complemento de objetividad que pueda potenciar su entusiasmo creativo, necesita ayuda para recordar sus limitaciones en sus negocios, necesita de alguien que le de seguridad de que los colaboradores a los que embarca en sus proyectos van a encajar con él, y necesita que si las cosas no salen como se esperaba alguien le ayude a afrontar la crisis con realismo y energía.
Y este consejo ha de venir de fuera, de alguien con capacidad e independencia. Las características principales que deben reunir estos consejos es la de ser capaces de ver la empresa con una cierta perspectiva, desde una cierta distancia. Lo mejor que puede encontrar un emprendedor o empresario es un consejo o un consejero (consultor) capaz de estar en desacuerdo, con una visión independiente. Pagar a alguien que nos diga si todo el tiempo es tirar el dinero.
Para poder aconsejar el consultor debe frecuentar la Empresa, conocer la actividad que desarrolla, los recursos humanos con los que cuenta, debe recabar e interpretar Información Operativa y de la Organización en general.
Es imprescindible que el empresario detecte la necesidad de un Consultor, reconozca y valore su trabajo, solo de esta manera podrá poner a su disposición la información y los medios que éste le solicite.
Un consejero puede opinar, influir en las decisiones del empresario pero quien en definitiva tiene la última palabra es él mismo, y esto ambos lo deben tener en claro.
El Trabajo en Equipo : Es menos comprometido ser empresario que médico o farmacéutico.
Para que una empresa vaya bien no es necesario que todas las cosas se hagan muy bien. Incluso en las empresas de gran crecimiento y rentabilidad es posible encontrar innumerables cosas mejorables. Las empresas suelen tener una gran tolerancia para la ineficiencia. En este sentido es menos comprometido ser empresario que medico, farmacéutico o arquitecto. Existen una cierta cantidad de cosas que una pequeña empresa debe hacer bien, en primer lugar buena gestión y esto va asociado a un buen equipo de gestión. A veces un emprendedor o empresario puede resultar también excelente gestor y es posible que se multiplique cubriendo el solo la mayor parte de las áreas de gestión. En estos casos, la empresa podrá crecer aunque toda la gestión venga aportada por el propio empresario.
¿Y Superman?Pero hay que saber una cuestión clave, Superman ya murió, el súper-emprendedor súper-gestor también tiene límites y a partir de ahí es como el agricultor que llevaba cinco grandes sandías y se le cayo una. Ya sabemos que pasó cuando intentó recogerla.
Por consiguiente, para sacar potencial de una empresa, hay que dotarla de un excelente equipo humano. Un buen empresario o emprendedor demuestra que es también un buen gestor cuando es capaz de rodearse de un equipo de personas de calidad. Entre tomar decisiones y dirigir a un grupo de personas que toman decisiones hay un abismo, es una clave del desarrollo de cualquier empresa.
A un equipo de colaboradores de gran nivel hay que hacerles partícipes de la acción, hay que abrirles la información, hay que clarificarles que la empresa les ofrece una buena carrera, hay que valorarles sus aportaciones, hay que remunerarles adecuadamente y hay que mantener una relación entre ellos y entre el jefe y ellos basados en un equilibrio justo entre desempeño, compensación, estatus y reconocimiento. A veces el coordinador de esto es una persona externa, que muchas veces solemos ser los consejeros.
El comportamiento humano en el trabajo en equipo:El trabajo en equipo permite que la gente común obtenga resultados fuera de lo común. Pero para poder lograrlo es necesario definir las reglas de relación y comunicación como así también el establecer funciones bien delimitadas y claras.
Cada integrante de la empresa deja en ella el sello de su individualidad, es decir, la " persona en su totalidad es la que trabaja", lleva consigo sus habilidades motoras, sus facultades intelectivas pero también sus emociones.
Por consiguiente, cuánto de significativo ha de ser el trabajo de cada uno, cuánto es lo que puede aportar, cuánto puede lograr... y más aún si se valora a todo el equipo humano con el que se cuenta...
La clave está en trabajar menos como individuos y más como un equipo, ninguno es tan inteligente y eficaz como todos nosotros.
Fuente: http://sosayasociados.com/
C. Marco