
Sara Wolf y Milena Glimbovski pretenden revolucionar con su proyecto la manera que tenemos de comprar actualmente en un supermercado. ¿Cómo? Pues como en la mayoría de los casos, volviendo la mirada al pasado y saliendo de este sistema consumista que genera toneladas de basura en un parpadeo. Los grandes supermercados nos “vendieron la moto” cobrándonos las bolsas de plástico que antes nos daban gratis. La idea en sí misma es estupenda, volver a las antiguas bolsas de la compra para no generar tanta basura. Pero cuando esos supermercados siguen llenos de productos con envases plásticos de usar y tirar descubres el gran cinismo que encierra el tema.

Original Unverpackt es el primer supermercado que no utiliza envases desechables. Todos los productos se compran a granel, pudiendo comprar la cantidad que te interese. Basta con llenar tus propios recipientes con los diferentes dispensadores de cada silo, y si no llevas recipientes siempre podrás coger prestados envases reutilizables del supermercado o bolsas de papel reciclado. Este proyecto pretende resolver dos problemas, eliminar la basura que generamos con los envases de los productos e incentivar un consumo responsable, comprando sólo la cantidad que se necesite.
Basura cero es el concepto. Hay que comenzar por el preciclaje (prevención de los residuos antes de que sean generados) y no limitarnos a reciclar, requiriendo esto último de tiempo, energía y recursos.
A veces compramos más por el propio envase que por el producto en sí, y me incluyo, reconozco que es muy fácil embaucarme con colores y formas bonitas. Con este nuevo concepto de supermercado además tendremos la oportunidad de rescatar el sentido del olfato, que ha quedado envasado al vacío como el resto de los productos.
Cada vez que pienso en la rapidez con la que llenamos el contenedor del plástico se me cae el alma al suelo. Cuando yo era pequeña ibas a hacer la compra con tu bolsa de red, llevabas la botella de vidrio para rellenarla de vino para cocinar y devolvías las cajas con los botellines de cerveza vacíos. Ahora todo se mueve en pro de la comodidad, pero a qué precio.



