Tema: Amazing Grace (Elvis Presley)
Llegamos al final de nuestro especial sobre la historia del Sur y lo hacemos analizando el impacto de la Reconstrucción y el espectacular desarrollo de la música en el s. XX. Tras la Guerra Civil, la situación de los Estados sureños difícilmente podría ser peor. El balance de la contienda era pavoroso, con más de 300.000 muertes en el bando sureño y un elevado grado de destrucción en ciudades tan importantes como Atlanta. Era evidente que el Sur iba a necesitar mucha ayuda para recomponerse y por ello se planificó un gran programa estatal conocido como Reconstrucción que no estaría exento de polémica. No en vano, mientras que los sureños lo tachaban de insuficiente, desde el Norte algunas voces lo tildaban de benévolo.
Sea como sea, el ascenso a la presidencia en 1868 de Ulysses S. Grant, el héroe militar de la Unión, aumentó la radicalidad de la Reconstrucción hasta el punto de que el Gobierno federal llegó a utilizar al ejército para obligar a algunos Estados del Sur a aceptar la nueva realidad. Esto fue posible porque los grandes defensores de una mayor concordia con el Sur, los presidentes Lincoln y Johnson, habían sido apartados de la escena política (Lincoln fue asesinado en 1865). De este modo, diversos colectivos sureños se sintieron humillados por el Norte y comenzaron a promover asociaciones violentas para evitar, entre otras cosas, la integración social de los antiguos esclavos.
Por lo que respecta a la situación interna en el Sur, la agricultura siguió siendo la actividad predominante en la práctica totalidad de Estados de la antigua Confederación. El algodón conserva su peso en la economía a pesar de los intentos de diversificar la producción, lo que acentuará las diferencias entre el Norte, donde la industria era hegemónica. En cuanto a la cuestión racial, los Estados del Sur comenzaron a adoptar medidas muy restrictivas con la población negra, mayormente pobre y con escasa formación, para limitar su participación electoral y su influencia social. Se iniciaba así una política segregacionista que no se detendría hasta 1965.
La evolución política del Sur también merece un apartado específico. La polarización entre el Norte republicano y el Sur demócrata se mantuvo tras la guerra aunque estos últimos ganaron posiciones en la antigua Unión. A medida que los candidatos demócratas iban consiguiendo victorias electorales, las concesiones a las políticas raciales del Sur eran mayores. El idilio entre el Partido Demócrata y el Sur se mantendría hasta la aprobación de la Ley de Derechos Civiles a cargo de un demócrata sureño, Lyndon B. Johnson (natural de Texas). Desde entonces, el Partido Republicano ha sido el más votado en el Sur en doce de las trece elecciones presidenciales que se han celebrado hasta 2012, convirtiendo a estos Estados en graneros de votos para la derecha.
El carácter predominantemente rural del Sur propiciaría que su modo de vida no se vería tan condicionado por la llegada de otras culturas como sí ocurriría en el Norte. La música folk y country copaba gran parte de la producción artística sureña a comienzos del s. XX y lo sigue haciendo a día de hoy, lo que da buena muestra del arraigo de estos géneros. Eventos como los recitales country del Grand Ole Opry de Nashville han contribuido a preservar lo mejor y más puro de la música sureña, al tiempo que la han convertido en un espectáculo que atrae a miles de personas cada año. El otro gran género por antonomasia es el góspel, aunque no pocas veces todos ellos se combinan.
Para poner el broche final a esta brevísima síntesis de la historia sureña (mucho más reducida y superficial de lo que desearíamos) nos despediremos con el artista más universal que ha dado el Sur, Elvis Presley, y con el tema góspel más representativo: Amazing Grace (recordemos que el “Rey del rock” se estrenó como cantante en una iglesia evangélica). Con semejante abanderado, ¿quién podría evitar enamorarse del Sur? Nosotros, desde luego que no.
Amazing grace, how sweet the sound ‘Twas grace that taught my heart to fear Through many dangers toils and snares Amazing grace, how sweet the sound we’ve all been here ten thousand years Amazing grace, how sweet the sound Esta gracia le enseñó a mi corazón a temer A través de muchos peligros, trabajos y trampas Sublime gracia, cuán dulce el sonido Todos hemos estado aquí diez mil años Sublime gracia, cuán dulce el sonido
That saved a wretch like me.
I once was lost, but now I’m found.
Was blind, but now I see
And grace my fears relieved.
How precious did that grace appear
The hour I first believed.
We have already come
it was Grace that brought us safe dot far
And Grace will bring us home
That saved a wretch like me.
I once was lost, but now I’m found.
Was blind, but now I see
Bright shining like the sun,
We’ve no less days to sing God’s praise
Than when we first begun.
That saved a wretch like me.
I once was lost, but now I’m found.
Was blind, but now I see.
Que salvó a un miserable como yo.
Una vez estuve perdido, pero ahora me he reencontrado.
Era ciego, pero ahora veo.
Y la gracia alivió mis miedos
De lo preciosa que hizo que la gracia aparecer
La hora en que primero creyeron.
Ya hemos llegado
fue la Gracia la que nos trajo seguros desde lejos
Y la Gracia nos devuelve a casa
Que salvó a un miserable como yo.
Una vez estuve perdido, pero ahora me he reencontrado.
Era ciego, pero ahora veo
Brillante como el sol,
No tenemos menos días para cantar, alabar a Dios
Que cuando hemos empezado primero.
Que salvó a un miserable como yo.
Una vez estuve perdido, pero ahora me he reencontrado.
Era ciego, pero ahora veo.