Revista Cultura y Ocio

El Suspiro del Moro

Por Viriato

El Suspiro del Moro

Boabdil, suspirando. Ya no volvería a
ver la Alhambra.


Me ha costado encontrar información sobre este tema que me ayudara a completar la leyenda que volaba en mi cabeza. Y ha sido difícil porque si buscas en Google “suspiro del moro” la mayoría de enlaces son a páginas de empresas con ese nombre: Ladrillos Suspiro del Moro, Camping Suspiro del Moro, Desguace Suspiro del Moro…
Cuando los Reyes Católicos conquistaron Granada, en 1492 (gran añada esa), el Rey musulmán Mohamed Abu Abdalahyah (Boabdil en “cristiano”) fue desterrado.
Cuenta la leyenda que cuando el rey moro partió de Granada no miró atrás. No se atrevió a volver la vista a su hasta hace poco reino. Cuando ya distaba 12 kilómetros de la urbe, Boabdil se detuvo y dio media vuelta. Admirando la preciosa ciudad que dejaba tras de sí dio el último suspiro en tierras granadinas, y, supongo intentando consolarse, gritó: ¡Alá Akbar! (Dios es grande).
Es en este momento cuando su madre, la sultana Aixa Al-Horrá, le increpó: “Llora como mujer lo que no supiste defender como un hombre”.

El Suspiro del Moro

Mojón de el paso de montaña
"Suspiro del Moro".

Otra versión de la frase, que he encontrado en la red, dice así: “Justa cosa es que el rey y los caballeros lloren como mujeres, pues no pelearon como soldados”.
Hoy en día este lugar donde, supuestamente, se produjo tan sentimental hecho, es un puerto de montaña, de 865 metros de altitud, llamado (como no podía ser menos) “SUSPIRO DEL MORO”. Desde él te puede deleitar con una maravillosa vista de la ciudad de Granada.
No se a vosotros, pero a mí me causa aflicción esta historia.

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