Revista Opinión

El sustituto

Publicado el 31 enero 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo
EL SUSTITUTO

Las familias del régimen ante la sucesión de Maduro

El chavismo ha conseguido uno de los tres de los objetivos que se planteó tras las legislativas de 2015: eludir la celebración de un referendum revocatorio antes del 10 de enero de 2017 que, en caso de derrota, habría acabado no solo con la presidencia de Nicolás Maduro sino que habría conllevado elecciones anticipadas.
Ahora, el régimen tiene por delante otros dos retos: sobrevivir hasta los comicios presidenciales de finales de 2018 y lograr llevar a cabo una transición suave a la hora de escoger al sucesor de Maduro como líder del chavismo.
En ese cambio de guardia el que va a cumplir un papel clave es el nuevo vicepresidente Tareck El Aissami quien, de todas formas, no está solo dentro del universo chavista en el que se mueven diferentes fuerzas e intereses.
Tareck El-Aissami
Tareck El-AissamiEl creciente poder del número dos
El pasado 4 de enero el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro , anunció el nombramiento de Tareck El Aissami, hasta entonces gobernador del céntrico estado Aragua, como nuevo vicepresidente ejecutivo del país, cargo que ocupaba desde enero de 2016 Aristóbulo Istúriz.
Desde el minuto uno se ha colocado como el favorito para suceder a Maduro, idea que ha quedado reforzada tras sendas decisiones de Maduro el pasado  mes de enero: primero la de situar al frente del Comando Antigolpe a Tareck El Aissami.
Y en segundo lugar ha delegado  15 de sus atribuciones en su vicepresidente, entre ellas emitir decretos relacionados con traspasos presupuestarios, expropiaciones o el nombramiento de viceministros.
La gaceta oficial destaca que Maduro “se reserva el ejercicio de las atribuciones y la firma de los actos y documentos delegadas conforme al presente decreto, en el momento que lo considere” y que el vicepresidente deberá presentar mensualmente una relación de las actuaciones que realice a partir de este decreto”.
Según informa este órgano, Maduro firmó un decreto con fecha 25 de enero en el que señala que estas obligaciones las delega con la voluntad de lograr “mayor eficacia política y calidad revolucionaria” para agilizar el trámite de materias sujetas a la decisión del gobernante.
El vicepresidente se ha colocado en primera posición como posible sucesor como varios analistas comentaron en el diario El Nacional.
“El Aissami se encuentra en competencia por ser sucesor de Maduro. A pesar de que es un tema tabú, todos saben que post-2017 comenzará el proceso más intenso que haya vivido el chavismo. Se encuentran en una encrucijada: seguir con Maduro o darle un giro a la revolución. En esa línea hay claros contendientes: Cabello, Padrino, El Aissami e incluso Jorge Rodríguez”, afirma Oswaldo Ramírez, director de la consultora política ORC.
Jesús Seguías, presidente de la encuestadora DatinCorp, añade que “El Aissami sería el sucesor con mayor opción ante hipotéticos escenarios que acorten el período del presidente actual, pero también con miras a las elecciones presidenciales de 2018. Es la decisión de la ultraizquierda chavista, justo la que maneja los hilos del poder hoy día”.
MARACAY (VENEZUELA), 16/07/2016.- EFE/Cortesía Agencia Venezolana de Noticias/SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS
Diosdado CabelloLa pérdida de influencia de Diosdado Cabello  El número dos del régimen fue desde 2013 Diosdado Cabello, ahora vicepresidente del Partido Socialista Unificado. En 2016 comenzó a ver reducida sus cuotas de poder y ha visto como surgía otra “familia” dentro del régimen con creciente influencia que le ha recortado su ámbito de actuación.
Diosdado Cabello, hasta 2015 la indiscutible segunda cabeza del chavismo, fue el principal perjudicado por los cambios introducidos en el gabinete por Maduro en 2016: su hermano, José David, fue sustituido como responsable de Industria y Comercio y en su lugar asumió el empresario Miguel Pérez Abad. Además, el Ministerio de Transporte Acuático y Aéreo dejó de estar a cargo del general Giuseppe Yoffreda, cercano a Cabello.
Esos cambios y el nombramiento y reforzamiento de Aisami, confirman las palabras de Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadadano de que “Cabello es el gran perdedor dentro del oficialismo”.
Cabello, que ha tenido que salir a desmentir los rumores de una posible enfermedad, aspira a erigirse no solo como defensor del legado de Hugo Chávez sino como garante de la continuidad de Maduro: “Tengan la certeza que no nos vamos a dejar tumbar (…) nosotros iremos a elecciones cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo ordene. Aquí no van a haber ni elecciones generales ni golpe de Estado, lo que sí va haber es más revolución”.

Nicolas Maduro, Vladimir Padrino y Carmen Menendez


El Padrino de la familia militar
Además, la “familia militar” ha ganado peso dentro del chavismo.
El ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, fue designado en 2016 también jefe de la Gran Misión Abastecimiento Soberano. Las Fuerzas Armadas empezaron a ejercer  mayor control sobre la economía: 18 generales y almirantes fueron designados en septiembre para supervisar la producción, distribución y comercialización de la misma cantidad de rubros básicos para la economía nacional, a la vez que otros oficiales fueron encargos de supervisar los mercados municipales del país.
Los militares dominan, además, las carteras de Despacho de la Presidencia, Interior y Justicia, Defensa, Agricultura y Tierra, Pesca y Acuicultura, Alimentación, Hábitat y Vivienda, Energía Eléctrica y Frontera.
Padrino cuenta con importantes aliados en el gobierno: Carmen Meléndez, la ministra del Despacho de la Presidencia, y el general Rodolfo Marco Torres, ahora ministro de Alimentación.
Como apunta el ideológo del chavismo, Heinz Dieterich, “en cuanto a la despiadada lucha por el poder dentro del gobierno, El Aissami refuerza el eje Maduro-Padrino López, en detrimento del grupo de Diosdado Cabello. La implicación para las elecciones del 2018, también es evidente. Si El Aissami logra cierto éxito en el cargo, será el candidato presidencial del PSUV en 2018. Y, si Maduro es forzado a renunciar antes, El Aissami será automáticamente la cabeza del Estado. Todo esto opera en contra de Cabello, quién además no tiene ninguna proyección geopolítica. Siendo El Aissami parte del grupo de Maduro, cuenta con la simpatía de Cuba, a diferencia de Cabello, a quién la Revolución Cubana nunca vio como algo positivo. Por los grandes éxitos del eje geoestratégico Putin-Irán-Hezbollah-Turquía en Medio Oriente, tendrá también el apoyo de esta nueva y poderosa configuración geopolítica mundial y, por supuesto, el de la comunidad sirio-libanesa venezolana”. 
Rogelio Nuñez  @infolatam
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