Revista Comunicación
La ceguera y el rechazo a aceptar ciertos mensajes hacen que estos acaben perdiendo con el tiempo su eficacia, pasa con las campañas de la DGT, y pasa también con las campañas anti-tabaco. Es necesario crear conciencia y para llamar la atención no hay que ser desagradables y estar mostrando siempre las mismas imágenes de órganos afectados, ya que por mucho que se aumente el tamaño y la intensidad de los mensajes e imágenes en las cajetillas, estas fórmulas acaban siendo ineficaces.
En los Países Bajos, recientemente se ha endurecido la legislación sobre el tabaco y al igual que se aplicó en España hace algunos años, se ha prohibido fumar en cualquier bar o restaurante. Para reforzar el mensaje, el Ministerio de Salud holandés llevó a cabo, a través de la agencia Roorda, una impactante y sencilla campaña en numerosos establecimientos para concienciar a los ciudadanos sobre los efectos invisibles del tabaco.
La campaña se desarrolló en los techos y paredes de pubs y bares de Holanda, espacios que durante muchos años han estado respirando al igual que los clientes y trabajadores, el humo de los fumadores. Mediante la técnica del clean graffiti o graffiti limpio, se crearon una serie de mensajes en plantillas de vinilo que una vez adheridas a las superficies se limpiaron con algodón para, una vez retirados los vinilos, mostrar el contraste entre las zonas afectadas por el humo y las zonas limpias.
Una forma ingeniosa de llamar la atención y concienciar sobre lo que podemos estar respirando sin que nos demos cuenta. Puedes ver el desarrollo en el siguiente vídeo:
Vía Amsterdam Ad Blog