Este verano (2011), llevamos acabo nuestro primer taller de teatro intensivo con los niños. El taller duró 6 semanas, con cuatro horas de clase a la semana, un formato muy distinto a la una-hora-por-semana-durante-todo-el-curso que hicimos en las 2 anteriores obras. Como monitora, confieso haber estado algo inquieta con la idea de preparar una obra en tan poco tiempo. Cuando dispones de todo el curso para desarrollar el guión, te da la posibilidad de madurar las ideas y de ir ajustando la puesta en escena poco a poco según las necesidades/características del grupo. Esta vez, tuvimos que empezar el taller con las ideas más claras... pero a su vez sin saber muy bien con cuantos niños (y de qué edades) contabamos.
Para esta obra, tomamos como idea central la lucha de generaciones desde el punto de vista de los jóvenes, enfocándonos en su capacidad para la innovación, en la validez de las ideas novedosas, en el importante papel que juega la 'voz' de la juventud .... Un tema muy complejo que decidimos abordar de manera suave a través de la comedia. Llevábamos tiempo tanteando la idea de hacer una obra sobre las fantasmas (ya que es un tema que se presta fácilmente a lo teatral y a los niños les gusta) y decidimos desarrollar una historia basada en una especie de lucha de generaciones entre fantasmas.
Tuvimos la gran suerte de contar con la colaboración del actor español Miguel Rellán quién nos grabó la voz del narrador: el espíritu gruñón de un viejo Vizconde, que tenia ideas de lo más tradicionales. Los niños participantes en el taller representaban a sus descendientes fantasmales más modernos e innovadores... y voilà! Teníamos nuestra lucha de generaciones!