Muchos y muchas de nosotras nos habremos preguntado en más de una ocasión, ¿cómo nació el tanga? ¿Quiénes fueron las primeras mujeres tan atrevidas que lo lucieron. Todo tiene un origen, y todo una respuesta.
En primer lugar aclarar que esta prenda siempre existió en la misma forma como la que conocemos hoy en día. No eran ni menos que taparrabos que utilizaban hombres de algunas tribus africanas, en otras lo usaban para las mujeres confeccionando un triángulo de arcilla unido por tres tiras de cuero o cuerdas.
Pero ¿cuándo se populariza el tanga tal y como lo conocemos hoy?
Pues nos tenemos que remontar a los primeros modelos artísticos que no deseaban mostrar sus miembros a los pintores o escultores por simple pudor, y más cuando trabajaban para escuelas o Universidades de Bellas artes.
Sin embargo la prenda tal y como la concebimos hoy proviene de los años cuarenta y nace en Estados Unidos. A principios de esta década es cuando el país sufre una ola de censuras morales. Las leyes se endurecen y los más puritanos intentan abolir los espectáculos de striptease, y para evitar los desnudos integrales obligan a las bailarinas a taparse tanto sus pezones como su pubis. Los empresarios con tal de eludir el cierre de sus locales, colocan a las strippers unas braguitas que dejaban al descubierto las nalgas, el tanga. Y lo paradójico es que la prenda empieza a verse entre la sociedad como una de las más sexys que una mujer podía lucir.
Pero el tanga ve la luz en las calles, o mejor dicho en las playas en los años 70 en Brasil.
Se cuenta que, concretamente en el año 72, una chica de Ipanema llamada Ines Mynseenn con el fin de atraer las miradas de los hombres durante una fiesta playera decidió recortarse la parte trasera de su bikini, dejándolo en la mínima expresión. Ni que decir que su objetivo se vio cumplido, pero también causó la envidia de otras mujeres que poco tiempo más tarde comenzaron a lucir la misma prenda en las playas de brasileñas. Una prenda que se bautizó como “cortininha”, nombre que precedió al de tanga.
Los diseñadores pronto se apresuraron a “patentar” el diseño. Muchos se auto-bautizan como el creador de esta prenda, pero todos los diseñadores vieron un filón en la producción de esta prenda. Realmente el tanga se hace popular en todo el mundo cuando una modelo lo luce en la portada de la revista Vogue en el año 1977, sin embargo los fabricantes que apostaron por el tanga no vieron beneficios hasta finales de los años 90, y fue a raíz de un simple hecho. En 1998, Mónica Lewinsky declara ante el fiscal que la líbido de Bill Clinton se despertó gracias a la visualización de su tanga; esta simple frase provocó que las ventas se dispararan en más de un 80%.
Finalmente la famosa compañía de lencería Victoria’s Secret ayudó a dignificar esta prenda, dotándola de una imagen de refinamiento y glamour.
Comprar tanga ya es una práctica habitual en nuestros días. Es una prenda cómoda, sensual, atrevida, y que también ha experimentado una evolución siempre con el fin de que la mujer se sienta sexy. El tanga además les encanta a los hombres quienes también compran modelos para complacer a sus parejas en la intimidad.