Revista En Femenino

El tapeo no es para insomnes

Por Vanesapp
EL TAPEO NO ES PARA INSOMNES  Si, lo sé, que sueño y actividad social son malos compañeros de viaje.  Y aprendido queda: si los niños se te quedan dormidos por las esquinas, no hay que nunca, bajo ningún concepto, tratar de sacarlos a comer fuera de casa porque lo que iba a ser la ilusión por introducirles en el maravilloso mundo de las tapas melillenses se puede llegar a convertir en la pesadilla de la semana y un factor de riesgo cardiovascular más.
   Uno se levanta el domingo con alegría, esa alegría que el buen tiempo y la luz te dan, y las ganas de hacer un poquillo de turismo con los peques por su nueva ciudad.   Y ya la mañana promete cuando, a los 20 minutos de salir de casa ya están arrastrando los pies: "estoy cansada", "quiero irme a casita", "tengo sueño", "¿falta mucho?" (Inciso: mis hijos son de andar, por eso estas cosas me cabrean sobremanera)   Reconozco que están nerviosos, desubicados y durmiendo mal, para variar, en proceso de adaptación pero, concho. un poquito de colaboración, ¿es mucho pedir?   Total, que casi a rastras y a gritos los metemos en el establecimiento (que parece que los llevamos a una sala de tortura o a hacerse las ingles brasileñas con palillos chinos) y su padre y yo super emocionados, les instamos a que pidan un zumito por aquello de la tapa y tal (no, mis hijos aun no beben bebidas con gas)
EL TAPEO NO ES PARA INSOMNES   -¡Agua!- a dúo.
   -¿No queréis un zumo fresquitoooo?
   -¡Agua!
 -¿Qué queréis de tapa? - la chica muy amable se enrolla- ¡Hay flamenquines, hamburguesitas y chopo! ¡Más ricos....!
  -Yo el animal- espeta el de tres
 - Puagh...yo hamburguesa
   Y llegan las tapas y la de seis
 - ¡Pero esto qué es!
  -Hija, la hamburguesa
  - Pero yo no quiero esto. Lo de él tiene mejor pinta.
  - A ver, has dicho que no lo querías.
  - Pero me he liado, pensaba que era otra cosa
  - Hija, la hamburguesa es hamburguesa aquí, en Madrid y en todas partes
  - Si, pero sin tomate, ni lechuga. ni pan, ni eso blanco
  - O sea, ¿el cacho carne?
   -Si
   - Cómetela sin pan
  - No, quiero lo de él
  - Está muuuuy rico mami - calla y no metas el dedo en la llaga niño-.
  - Buf... Come un poco, venga pequeña...
  - Puaghhh. Tengo sueño, me quiero ir a dormir.

EL TAPEO NO ES PARA INSOMNES
   Dada la negativa, el frotado de ojos, que el mayor no quería ni intentar abrir la boca, pedimos una ración para que al menos coman algo y Corvina en adobo. Súper emocionados. Y claro, traen como para una boda.
   ¡Diosss! O yo no me acordaba, o nadie nos avisó de los tamaños XXL. ¿Dónde vamos con todo esto?
  - Qué ricooo.
   Tres bocados después:
- Ya no puedo más.
- Tengo sueño...
- A ver, no te apoyes y no te duermas ahora
- No puedo máaaaas!!!
- Venga ya, a comer
- Estoy llenaaaaa
   Entre ésta que no quiere, el otro que se ha hecho amigo de una mosca y se le acaba la vida cada vez que se va, y los juegos apestosos pasamos la media hora más larga de la vida;
- Ven mosca, veeen amigaaaaa! Aquí tienes algo de comidita. ¡No, no te lleves el plato que es para mi amiga! - le dice a la amable señorita que retira las sobras - noooooooooo....moscaaaaaa!
- Hijo, calla y siéntate
- ¡¡Pero es mi amiga!!!
- Calla y come
- Toma aliento apestoso.
- Aghh...Jajajajaja...toma tú
- ¡Niños!
- ¡Apestosa!
- ¡Tú!
- ¡Niñooooos!
- Estoy cansadaaaa. Jo, ya sé que me he portado fatal, si es que no es justo. Es el peor día de mi vida. No hay helado, por supuesto.
- Pues mira, por supuesto que no.
- Claro, me lo imaginaba. Mira, seguro que si duermo un rato luego seguro, seguro estoy de mejor humor.
 - Ya pero no sé si yo voy a estarlo. Come un poco de adobo
- Puaj!
- Apestoso!
EL TAPEO NO ES PARA INSOMNES - Cariño, no volvemos hasta que ésta haga la comunión.
 - O más
 - Y ¿tú porqué no me comes?
- No me encuentro bien...Come tú
- Yo ya no puedo más, estoy echo polvo. Tenemos comida para tres días
 - Pide un tupper, anda...
-No hijo, no te levantes aún que tenemos que pagar por no haber comido, manda narices.
-Aaaaaaaaaahh
-Rodri espera
-Tengo sueño, no quiero andar
- Qué cansancio por Dios
-Me duele la espalda
-Mami, que no quiero andar hasta la esquina.
-Mira el coche.
-Nooooo!!!
-Hemos llegado
-Yo me quedo en el coche, vete tú con ellos
Y en casa, lo típico:
-Ya no tengo sueño, no quiero dormir ¡nunca más!

Primer domingo melillero. ¿Alguien da más?

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