Si anda por el sur de España y gusta de la historia del impero romano, no se pierda lo mejor de la región y de una vuelta por la ciudad de Mérida. Es para asombrarse de las variadas ruinas que como mínimo pueden calificarse de imponentes.
Hoy les cuento un poco del teatro, aunque quizás sea más para admirar que para leer.
Llegamos al centro de recepción, y fuimos caminando por el costado derecho donde se puede apreciar una antigua casa de un personaje romano, hasta ahí nada excepcional. Luego llegamos a una alta muralla y pasamos por un túnel de acceso y wooow, sorpresivamente apareció ante nuestra vista un gran teatro. Es algo magnífico, muy bien conservado. Es merecida la designación de Patrimonio cultural de la humanidad desde 1993, bajo el nombre de "Conjunto Arqueológico de Mérida", el cual tiene aún mucho para excavar.
El teatro. Es una construcción imponente, para unas 6000 mil personas, que se utiliza para conciertos y representación hasta hoy día, tiene partes reconstruidas y otras están en estado original. Algunas de las muchas características son:
La distribución de los espectadores. La sociedad romana se organizaba en sectores muy estructurados, a los que se pertenecía desde el nacimiento. En Mérida, la gradería central, era el lugar designado a los ciudadanos romanos.
Zona de Autoridades. En los teatros romanos existían acomodadores que ubicaban a cada asistentes en su lugar. Incluso algunos esclavos se encargaban de proteger los asientos de los senadores, que se sentarían, con sillas fijas o portátiles.
Las tribunas. Cercanas al frente escénico o escenario, estaba una zona delimitada con un murete donde aparecía grabada la identidad de aquellos que ocupaban este lugar privilegiado. Aquí la persona que pagaba las representaciones se sentaba acompañado por otros personajes influyentes. Las obras se representaban durante el día y eran pagadas por los ediles. El acceso era gratuito, por tanto, para cualquiera que quisiera acudir.
En esa época el teatro no era un lugar de silencio. Horacio lo describe así:: "Y en el teatro forman tal estruendo que parece que resuena el mar..." Por ello habría que imaginar el alboroto, la mezcla de colores, de olores...
El emperador Augusto, bajo cuyo gobierno se construyó el teatro de Mérida, promovió la representación de obras de teatro griegas, aunque pocos romanos entendían esa lengua. Por ello, resalta el escritor Ovidio: "Al teatro se va para ver y ser visto, poco importan los versos que se están representando".
Los romanos más que la tragedia y la comedia clásicas, preferían el mimo y la pantomima, donde se mezclaban gestos, música y danza. En ellos se trataban de manera burlesca y a veces grosera, temas mitológicos, políticos y asuntos relevantes del momento.
El frente escénico o escenario. El frente escénico se concluyó a mediados del siglo I bajo el mandato del emperador Claudio. La estatua colocada sobre la puerta central, fue hallada en febrero de 1922 y personifica a Livia, la esposa del emperador Augusto, pero representada como Ceres, diosa de la agricultura. Tanto esta escultura como el resto son copias. Los originales se conservan en el museo Nacional de Arte romano de Mérida.
Diosa Ceres
Detrás del escenario se tiene una zona de jardines, el peristilo, un lugar de esparcimiento y de uso sanitario donde estaban las letrinas.
Las letrinas
Estatuas imperiales. Pueden observarse las reproducciones de diversas estatuas imperiales, Se han conservado tres que representan a emperador con coraza y manto, como general de las tropas. Hay una estatua de un hombre semidesnudo que es la representación del emperador divinizado. El conjunto se completa con imágenes del emperador ataviado con la toda que era el traje ceremonial.
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