Revista Educación

El Teatro: el adulto-niño

Por Ferclown
El Teatro: el adulto-niño
Es el juego de las emociones, de la creación interna o externa de personajes, de historias , y conflictos. El teatro es acción y conflicto a la vez. A través del juego teatral se abre la autovía de los sentidos a todos. Es un ser y estar plenamente consciente del aquí y ahora. Para poder descubrir y por desarrollar y transformar nuestro potencial, nuestro cuerpo cómo se mueve en el espacio, transmisión de nuestra voz, y la importancia del silencio en escena. El conflicto que se crea con el silencio en escena, sentir la incomodidad del público. La interactividad con los otros personajes de la escena, o los otros compañeros del juego. Empatías, modos de relación individual y grupal. Todos estos aspectos son los principales detonadores para arrancar el despegue de la creatividad en el individuo. Esta creatividad, casi siempre al principio, en el comienzo del aprendizaje vendrá dada por la improvisación a través del aquí y ahora y las pautas marcadas, o circunstancias previas. Más adelante y sólo a través de un trabajo contínuo y casi obsesivo de técnica, investigación y ensayos vendrá la creación del personaje. Con casi toda seguridad de los procesos más divertidos y mágicos que existen en el juego teatral. Al ir poniendo en práctica todo el proceso de aprendizaje y trabajo.
El arte de crear y generar conflictos dramáticos, abre el campo a la desinhibición del yo soy aquí y ahora, generando acciones que permiten crear un ambiente lúdico. A través de la acción el juego teatral da rienda suelta a conocer aquellas habilidades o actitudes dormidas dentro de cada uno, acentúa de forma evidente la interacción con el grupo y el sentido de comunidad. Con el juego teatral se descubren qué personalidades existen dentro del grupo, qué maneras de accionar a través de la estrategia, para conseguir el objetivo. Descubrimos a un nuevo líder, a un nuevo emprendedor, a nuevos receptores de órdenes, etc. Vivir situaciones ajenas, en lugares no cotidianos a unos les ofrece un no saber como reaccionar fuera del ámbito cotidiano, y a otros justo al contrario, la apertura de nuevos retos, nuevas metas, nuevos caminos a realizar. El juego teatral no sólo sirve para divertirse y pasar un rato de ocio, y evadirse del trabajo. Esta es una imagen muy equivocada de una técnica artística que permite a las personas desarrollar sus capacidades y aptitudes al nivel máximo, dando rienda suelta a la creatividad. Nunca deberíamos de olvidar que el arte nace para comunicar, para emitir mensajes, y enriquecer a través del poder de la expresión. Si queremos crear personas emprendedoras y con valores, acerquémosles al juego teatral.

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