El Teatro Nacional de Costa Rica es uno de esos sitios que tienen un encanto único, pero también es algo extraño, porque no tiene una arquitectura ni un estilo colonial, sino que posee un estilo con mezclas de Italia, Francia, Grecia y también un poco de España.
Grandes obras se han representado y se represntan en esas paredes y ese escenario, pero la mayoría de la gente no sabe casi ninguno de sus secretos, así que.... Vamos a descubrirlos!
El suelo del anfiteatro
El suelo del Anfiteatro es algo curioso, porque uno está encima, se sienta pero no sabe que en realidad el suelo es una tarima flotante que se mueve y se puede quitar para poder poner un parque y poner mesas encima y hacer una recepción oficial. Eso fue lo que hicieron cuando el Presidente de China vino al país.
La lámpara
Una lámpara de araña tiene que ser, por defecto, espectacular, y la de San José al principio no lo era, era bonita, eso sí, pero pequeñita, entonces, ¿Qué hicieron? Contrataron a unos artesanos de Costa Rica para que construyeran una enorme, que para eso San José fue una de las primeras ciudades del mundo con electricidad en la calle.
Los sitios ocultos y el gallinero
Las óperas, antiguamente, eran sitios donde la alta nobleza iban, gente sólo con clase, con dinero, pero no toda la gente que iba quería ser vista, y por eso se crearon 3 espacios a cada lado para que las viudas, los amantes o los que escapaban de la justicia pudieran acceder a la Ópera.
En el otro lado, como aunque la Ópera era algo elitista, los "pobres" también tenían derecho a asistir, y por eso existe El Gallinero, la parte de arriba de todo, con peor acústica pero con los precios más baratos.
La construcción del Teatro
Fueron los nobles, la alta sociedad de la época la que quería la construcción del teatro para poder ver obras venidas de Europa y para equipararse a la alta sociedad europea. Sin embargo, como siempre, el que acabó pagando por la construcción del Teatro Nacional fue el pueblo, y es que crearon un impuesto especial para la construcción del mismo, para ayudar a "financiarlo".
La Silla Presidencial
Como toda buena Ópera, esta cuenta con una silla única y exclusiva de uso presidencial, y, ¿adivinais donde está? Exactamente, en el centro del teatro en el primer piso. Ese palco presidencial sólo puede ser usado por el Presidente, o en su defecto, por aquellas personas a las que el regale las entradas, excepto esa silla, que sólo puede ser usada por el presidente de cada momento.
La pintura del techo
La pintura del techo es una alegoría, al café, a los barcos y a las plantaciones de banano que había en aquel momento por toda Costa Rica, y es que no hay que olvidar que Costa Rica se hizo rica con las plantaciones de café. Esa imagen estuvo presente en los billetes de 5 colones que se usaron hace años en Costa Rica y que hoy se puede comprar como souvenir.
La puerta falsa del Chandelier
Si cuadra, una de las notas mas curiosas del chandelier es la existencia de dos puertas falsas, ya que antiguamente, se creía que esas puertas daban la sensación de que la habitación era todavía más grande. Cabe señalar que cuando Obama llegó a Costa Rica y el servicio de Seguridad del Presidente fue a revisar el lugar pusieron muchos problemas porque decían que en esa puerta se podía poner una bomba.
Los fumaderos para damas y para caballeros
Como toda buena Ópera hay que tener un sitio donde relajarse, y esos sitios estaban en el chandelier, a cada lado, pero bien separado, en un lado las damas y en el otro los caballeros, nada de juntarse.
Visitando el Museo
El Teatro Nacional de Costa Rica es un sitio muy curioso, con mas de 100 años de historia y nosotros tuvimos la suerte de recorrer sus puertas.
El museo se puede visitar de Martes a Domingo y de 9 de la mañana a 5 de la Tarde, con visitas guiadas a cada hora.
La entrada cuesta 1500 colones para los nacionales y 10 dólares para los extranjeros.