Revista Libros

El Tejedor, de James Sallis

Publicado el 16 noviembre 2012 por Aramys

 

El Tejedor, de James Sallis

Toda vida tiene una banda sonora.

ESTA.

Ah.

La oscuridad.

LA OSCURIDAD.

Y EL MIEDO.

La soledad. El alcohol. El olvido.

El maldito AMOR.

La rutina. El alcohol.

Elalcoholelacoholelacoholelacohol.

Lew Griffit sentado a las tres de la mañana en un colchón sucio y raído y la oscuridad alrededor. Más negra que su piel.

Sallis cabrón, como te gustan las novelas de toboganes, subir el animo, darnos felicidad, para luego arrebatárnosla, para luego volver a dárnosla.

Para quitárnosla otra vez.

A Sallis le ha quedado una novela  de toboganes, de picos, una novela extraña, que sube y que baja, que empieza oscura, muy oscura, que luego se vuelve gris, y luego se aclara, y cuando esta casi blanca, vuelve a oscurecerse para acabar prácticamente tan oscura como empezó…

Novela negra sin tópicos, cruda y dulce y amarga.

Lew Griffin es la prueba del tormento andante. La prueba de vivir bajo el yugo de la culpabilidad. Del sufrimiento.

Hacer de las barras de caoba un lugar común de alivio y desconsuelo. De medio para el fin del olvido.

O algo muy parecido.

Ah.

Las cuatro partes de una vida.

Oscuridad. Oscuridad. Claridad. Oscuridad.

Ya podéis gritar.

1964- ¨El negraco te va a rajar…¨ Y un padre que se muere. Una mujer que se esfuma. Un Lew que busca entre hondos vasos una razón para seguir. Un desenlace oscuro y frío y descorazonador.

1970Estamos tratando de encontrar a nuestra hija¨ Esto se veía venir. Se veía desde un kilometro de distancia. Lew, levanta la cabeza joder, sabias esto. Más lamentos. La vida implacable. Los deseos llevados al extremo. La desolación TOTAL.

1984- ¨Luz:me dio en los ojos como un puñetazo¨  Ah. Lew. La caída. ¿Y luego? Lo se, lo se. Se todo lo que viene luego, prácticamente increíble. Los toboganes Lew. Los toboganes.

1990Los siguientes días me aparecen tan borrosos como nítido aquel momento¨  Esto si es jodido ¿he Lew? Mira que has buscado personas, mejores, peores, lejanas, desconocidas, pero esto…esto Lew. Joder. Los momentos brillantes de una vida encarrilada, esperanzadora. Y luego la oscuridad. Lew, eres la encarnación del sufrimiento, te lo dije.

La sangre corre, el bello del cuerpo se estremece, el final de la espalda se eriza.

El vacío en el estomago crece, los pulmones no responden, la vista se nubla.

Lew empequeñece, solo, negro, oscuro.

Ah.

La oscuridad.

LA OSCURIDAD.

Y el frio.

 

El Tejedor.

James Sallis.

RBA Serie Negra 2010

196 paginas.

 



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