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‘El telegrama que salvó a Franco’

Publicado el 13 abril 2016 por Joaquín Armada @Hipoenlacuerda

‘El telegrama que salvó a Franco’

Era el más débil de los tres, pero su dictadura fue la más longeva. Mussolini fue ejecutado el 28 de abril de 1945. Hitler se suicidó dos días más tarde. Franco, que sin la ayuda de ambos no sería Franco, falleció el 20 de noviembre de 1975, al filo de los 83, estirada su vida al límite por los defensores de una dictadura tan anacrónica como resistente. ¿Cómo sobrevivió el franquismo a la derrota total del nazismo y el fascismo? Carlos Collado Seidel sostiene que no por la habilidad de Franco, sino por “un profundo desacuerdo entre británicos y estadounidenses en la forma de someterlo”.

No he visto en ninguna parte un control tan completo (…) como el que tienen los alemanes aquí (…) existimos aquí únicamente porque nos toleran los alemanes, apunta Samuel Hoare nada más llegar a España, en el verano de 1940. Peso pesado en el partido conservador, Hoare quería ser virrey de la India, pero tuvo que aceptar ser embajador en una dictadura que celebraba sin complejos las victorias de Hitler. Su misión, clave, era impedir que Franco entrase en la guerra y tomase el vital Gibraltar.

La División Azul parte a Rusia

Consciente de la importancia del Ejército, Hoare sobornó a un buen puñado de generales franquistas vía Juan March. Con la entrada en la guerra de EE.UU., Hoare dejó de estar solo, pero su relación con Carlton Hayes, el embajador estadounidense, “marcada por rivalidades, envidias y rencillas”, fue de mal en peor.  Mientras Hoare alentaba una improbable rebelión monárquica sin el permiso de sus superiores, los estadounidenses paralizaban literalmente España cerrando el grifo del petróleo.

La crisis aliada estalló en abril de 1944. Los estadounidenses querían que Franco dejase de vender wolframio a Alemania. Los británicos admitían una venta testimonial. “Ruego que se me permita retirarme de este asunto”, estuvo a punto de telegrafiar Churchill a Roosevelt en el tira y afloja. No lo hizo porque los estadounidenses cedieron, pero Collado Seidel cree que el telegrama “hubiera dado un giro rotundo a la política respecto de la España de Franco (…) que incluso hubiera podido llegar al desbancamiento (sic) del dictador”.

Serrano Suñer, Franco y Mussolini en Bordighera febrero 1941

Parece una suposición excesiva. Porque su documentado ensayo demuestra que ni Gran Bretaña ni EE.UU. vieron la caída de Franco como un atajo para derrotar a Hitler, su auténtica prioridad. Los estadounidenses calcularon que necesitarían 25 divisiones para derribar al dictador, un precio que consideraron excesivo en 1943 y que tras el éxito de Normandía era más innecesario pagar. El Telón de Acero no había caído aún cuando Churchill afirmó que “preferiría vivir en España y no en Rusia. Se podía decir más alto, pero no más claro. Franco se había salvado.

‘El telegrama que salvó a Franco’. Carlos Collado Seidel. Crítica. Barcelona, 2016. 350 páginas, 21,90 euros.

Pd.: En este enlace podéis leer el primer capítulo.


‘El telegrama que salvó a Franco’

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