El telón de Gibraltar

Un amigo gibraltareño que leyó mi anterior nota me ha mandado algunos datos para que tengamos una mesura aproximada de la hipocresía del PP. 

Para empezar los bloques de cemento que se lanzan al mar en Gibraltar se los vende una empresa española y son idénticos a los que se usan en España con el mismo propósito de aumentar fauna y flora submarinas y protegerla de las artes de pesca dañinas. Algunos de estos bloques de cemento submarinos están en la costa española a pocas millas de los que se han lanzado en Gibraltar, y cuando los hundieron nadie puso el grito en el cielo.

Desde hace años el gobierno gibraltareño esta quejándose de algunos pesqueros españoles con base en Algeciras que arrasan con todo lo que encuentran, incluyendo denuncias con número de matrícula, descripción de la embarcación y nombre del patrón, y no tan solo las autoridades portuarias de Algeciras no hacen nada sino que su alcalde, del PP, y la Cofradía de Pescadores dan su apoyo público en especial a uno de los pesqueros que es el que más daño causa y lo hace con más frecuencia.

Según mi amigo es totalmente falso que el PP quiera negociar el estatus definitivo de Gibraltar y el gobierno del Reino Unido evite la negociación, más bien es al contrario. En los últimos años, y para favorecer la posibilidad de llegar a un acuerdo, instituciones públicas y privadas de Gibraltar han financiado varias obras de alcance social al otro lado de la frontera, en especial en La Línea. Se han restaurado dos antiguas iglesias, se han rehabilitado el Hogar de Mujeres Desamparadas y el Hospicio con la instalación de una nueva cocina industrial,  a instancias del gobierno gibraltareño  Kusuma Trust, entidad privada registrada en Gibraltar, ha financiado la construcción de un parque público con zonas de recreo infantil, e incluso el gobierno gibraltareño regaló toda una instalación de césped artificial para el campo de deportes de La Línea, que se retrasó mucho porque fue retenida en la frontera hasta que se pagaron los aranceles, con el consiguiente cabreo de la alcaldesa de La Línea, que ¡oh casualidad! es del PSOE, es decir no es del PP.

El Reino Unido tiene catorce enclaves, que constituyen los restos de su Imperio Colonial, entre los que se encuentra Gibraltar y otros territorios insulares o continentales, de tamaños varios, parecidos a Gibraltar, que es el de menores dimensiones. Desde la II Guerra Mundial en todos ellos se ha llegado a acuerdos para darles estabilidad y un estatus compartido o no con otros intereses soberanos para cada enclave, con la excepción de Gibraltar y las Malvinas, aparte una base en la Antártida que como todas se instaló en un territorio donde no hay ni límites ni normas. En las Malvinas no ha habido incidentes de importancia desde la guerra de los años 80, excepto algún exabrupto ocasional de Doña Cristina Fernández, y en Gibraltar hay por lo menos un conflicto grave en cada mandato del PP. Parece ser que con el PSOE se ha estado al menos en una ocasión cerca del acuerdo, pero regresó el PP al poder y se lo cargó todo. En Gibraltar dicen algo con lo que, aunque sea por otras razones, estoy de acuerdo: que el PP son los herederos de Franco, y añado, pero Franco era mucho más listo que ellos porque en según qué casos, entre los que está Gibraltar, sabía frenar a tiempo.

Soy consciente de que en caso de conflicto de nuestro país con un tercero la obligación de los ciudadanos es apoyar al gobierno, y por supuesto que cuando nos enfrentemos a un conflicto real cumpliré con nuestra obligación, pero en un conflicto inventado, basado en un montón de mentiras, voceado por unos medios de comunicación que tienen todos los meritos para ser denominados caverna mediática, conflicto que tiene como único objeto defender intereses personales y de partido, montado por un partido que en Catalunya ya ha demostrado que no solo está ciego para ver la realidad sino que pretende que esta se ajuste a sus exigencias, que además para poder decir que defienden a algunos pescadores apoyan los métodos de pesca destructivos y con su bloqueo de la frontera perjudican a miles de personas, conmigo que no cuenten.