Paisaje de Vizcaya (País Vasco)
Parece que una buena parte de los españoles que nos declaramos de izquierdas estuviésemos un tanto como perdidos en el uso y comprensión de conceptos tales como pueblo, país, patria, gobierno, nación, Estado... Parecen similares pero no lo son. Para la derecha, sí; todo es lo mismo y va en el mismo saco. Quizá convendría buscar un punto de encuentro y despolitizar la cuestión un poco reivindicando para todos el nombre común de España que a todos nos acoge y ampara. Sin vergüenza alguna, sin remordimientos, sin amarguras de ninguna especie. Y para eso puede servirnos la poesía.
De ahí, mi atrevimiento de traer durante unas cuantas semanas, o mientras el cuerpo aguante, lo que algunos de los grandes poetas españoles contemporáneos, de izquierdas y de derechas, pero españoles todos, han dicho sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España.Hoy traigo hasta el blog a Ángela Figuera Aymerich (1902-1984). Nacida en Bilbao, se la encuadra dentro de la denominada "poesía desarraigada". Profesora de Instituto en Lengua y Literatura, el final de la guerra civil le priva de su plaza y título universitario. Se traslada a Madrid con su familia y allí publica su primer libro en 1948. Su poesía, en un principio muy influenciada por Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez por lo cotidiano y paisajístico de la misma, deriva más tarde a una poesía crítica marcada por un feminismo radical. Murió en Madrid. Les dejo con su poema: "Canto rabioso de amor a España en su belleza":Con los ojos cerrados,con los puños cerrados, con la bocacerrada, España, canto tu belleza.Y con la pluma ardiendo y con la plumaloca de amor rabioso canto y firmo.Belleza sobre ti y en tus entrañasde miel y de granito, y en tu cielo,y en tus encadenadas cordillerasy en tus encadenados hombres, canto.De siglo en siglo en olas y torrentesde barro ibero, en sucesivas olasde tierras y metales agregados,de frutos madurados poco a pocobajo tu fiero sol, me vienes,madre.Me viene tu belleza tierna y dura,tu corazón rodando enamoradohasta embestirme, hasta llenarme toda,hasta romperme el miedo y la corteza.De siglo en siglo con tus ríos dulces,puertos alegres, míticas ciudades, piedras labradas, torreones, claustros,palacios, catedrales y conventos,pueblos de tierra, cementerios míseros,huertos, jardines, pa tios y zaguanes,Cristos sangrientos, sonrosadas Vírgenes,
lanzas y escudos, cálices y códices;de siglo en siglo con cincel y gubia,
con mística y ascética y pinceles,
con el arado, el yunque y el martillo,
la pluma y los telares, me has llegado.
De sueño en sueño con palmeras y agua,
con limoneros, nardos y arrayanes,
vino y almendra, música y aceite;
de mar a mar, al remo y a la vela,
con sal y caracolas, con pescados,
playas doradas, ásperos cantiles;
de tiera en tierra, con praderas húmedas,
sierras nevadas, florecidos valles,
pardas llanuras, parameras ásperas,
cierzos helados, delicadas brisas
oliendo a los tomillos de tu aliento,
de siglo en siglo me has llegado, España.
Tú me has parido y hecho y traspasado
de dicha y dolor hasta los huesoscon tu belleza que se clava y ciñe
como un silicio rojo en mi cintura
y hace subir mi sangre a borbotones
entre garganta y verso para ahogarme
de amor rabioso,de vergüenza sorda,
de amor, de amor, de amor, de amor rabioso.
Porque eres bella España y agonizas
bajo mis pies, herida en tus cimientos.Porque te veo andando entre zarzales
por todos los caminos rezagada
con una cruz al cuello y otra al hombro,
durmiendo en las cunetas de la gloria
para soñar perdidas carabelas
con ojos anegados de ceniza.
Porque te veo escuálida y desnuda,
comiendo el pan moreno de tu vientre,
bebiéndote el gazpacho de tu sangre,
desposeída de oros y de espadas,
borracha en copas, vapuleadas en bastos,
por todos malcomprada y mal vendida,
pordioseando impúdica en la puerta
de la opulenta Catedral del Mundo.
Porque te veo presa entre cadenas,
viuda, asesina y mártir de tus hijos,
a mil años y un día condenada.
Porque eres bella, España, y te me mueres,
porque eres mía, España, y no te absuelvodel mal de España, canto tu belleza
y fecho y firmo a corazón parado,
boca cerrada y apretados puños,
clavándome la lengua entre los dientes,
porque no quiero blasfemar tu nombre.
"Canto rabioso de amor a España en su belleza",
de Ángeles Figuera AymerichY mañana, con Juan Ramón Jiménez. Ahora, por favor, sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt
La poetisa Ángela Figuera Aymerich
Entrada núm. 2095http://elblogdeharendt.blogspot.comPues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)