Cada Semana Europea de la Movilidad (EMW) se centra en un tema en particular relacionado con la movilidad sostenible, el llamado tema central alrededor del cual las autoridades locales deben organizar las actividades a desarrollar, así como las medidas permanentes que deben lanzar para apoyar el tema.
Este año 2016 me parece que vamos a encontrarnos, al tenor del tema, con una buena oportunidad para que brille Gijón: El tema central será “Movilidad inteligente, economía fuerte”.
Una movilidad Inteligente y sostenible: una inversión para Europa
El fortalecimiento de las economías locales es un objetivo universal de las corporaciones, pero muchos sienten que se encuentra fuera de nuestro control, ya como individuos e incluso como comunidades. Sin embargo, la investigación muestra que tomar decisiones más inteligentes en materia de movilidad puede mejorar notablemente la economía local.
Los estudios indican que las ciudades que promueven el transporte sostenible cuentan con una ventaja económica significativa sobre las que priman la movilidad cochecéntrica tradicional. Las personas que viajan en los modos de transporte activo, como caminar y montar en bicicleta, no sólo son más productivos en el trabajo, también sufren menos días de enfermedad y producen menor gasto en servicios médicos.
Y los beneficios van mucho más allá de una mejor salud: el valor de las propiedades en ciudades con buenas instalaciones para bicicletas y transporte público eficiente tienden a ser más altos, mientras que los niños que caminan a la escuela o el ciclo tienen mejor rendimiento académico en clase.
La priorización de transporte sostenible también beneficia el sector privado, aunque nadie lo quiera ver. Los informes revelan hasta un 40% de aumento en el comercio en áreas donde ir a pie y en bicicleta se convierten en la norma. En Copenhague, por ejemplo, los clientes que se mueven por la ciudades en bicicleta gastan 2.000 millones de euros más al año que aquellos que se mueven en vehículo privado motorizado.
Desde un punto de vista gubernamental, la inversión en infraestructura para el turismo activo, fomentando el uso del transporte público para reducir la congestión del tráfico, y el apoyo a programas de #enbicialtrabajo pueden ahorrar dinero público e impulsar el comercio local.
Desde todos los ángulos, los beneficios económicos de la movilidad inteligente están bien claros: para el sector público, para el sector privado, desde la sociedad en general hasta el último individuo.¿Se creerán los políticos lo que es una evidencia? ¿Serán capaces de estar a la altura?
Fuentes:
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure