En primer lugar tengo que decir del lugar, el establecimiento en sí. Es un lugar ameno, familiar, acogedor. Es más bien antiguo, lleva tiempo abierto y esto se nota, lo cual no quiere decir que esté sucio. El adjetivo que mejor describe a este lugar es "acogedor".En cuanto al servicio tengo que decir que muy bien. Son chavales jóvenes los que regentan y atienden el local de forma, en mi opinión, muy eficiente. Atienden rápido cualquier requerimiento que tengas y siempre con una sonrisa en la boca o un comentario acertado, nunca a disgusto.En cuanto a la comida, en fin, muy buena. Nosotros pedimos croquetas, calamares romana, patatas bravas, ensaladilla rusa y además unos chivitos que... Bueno, un manjar. Aquella noche hice como suelen hacer mis hijos cuando algo les gusta, me comí aquel bocadillo lentamente porque no quería que se acabara; todo buenísimo.Evidentemente no puedo dejar de hablar del core del establecimiento, de su razón de ser, de lo que le da el nombre. La cerveza. Puedes elegir entre un variado surtido y se sirve en jarras muy frías. Estupenda.En conclusión, mi puntuación para este establecimiento es un 8.A continuación os cuelgo unas fotos:
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