Revista Viajes

El templo de oro de Amristar

Por Javixas

 

Si el Taj Mahal está incluido entre las 7 maravillas del mundo, no entiendo porque el templo de oro de Amritsar no lo está. Tuve la suerte de visitar el primero hace unos años y fue impresionante, pero el templo de oro, es quizás, y desde mi punto de vista (obviamente), el monumento más increíble de India. Y no sólo por su belleza que es abrumadora sino por todo lo que este templo mueve a su alrededor. Me explico:

El templo de oro se encuentra en Amritsar, una ciudad del Punjad (región del norte de India) apenas a 30 km de la frontera con Pakistán. En este templo se encuentra el libro sagrado de los Sikh, el original.


Los sikhs son los hindúes honestos, los guerreros, los que no creen en las castas, los que te aceptan como eres, los que no ponen condiciones, los honrados, los simpáticos, los que no piden, los que dan, los sikhs son buenas personas, son orgullosos, tienen un alto sentido de la moralidad, limpios, abstemios… Al sikh se le reconoce por el turbante, ya que nunca en la vida se cortan el pelo, aunque las barbas parezcan recortadas, no lo están, sino que se hacen unas finísimas trenzas para aglomerar tanto pelo sin cortar, también un puñal, signo del guerrero, por la dignidad y libertad. Las otras dos características más difíciles de ver son un pequeño peine y unos pantalones bombachos, que muy pocos llevan ya.

 

Limpiando el lago en la balsa

 

El templo se encuentra en la mitad de una piscina, a la luz del día destella, es incluso difícil de mirar por los reflejos del sol.

 

Reflejo en el lago

 

Por la noche está perfectamente iluminado, dándole un aire de misticismo que atonta a cualquiera.

 

El templo por la noche

 

Por la noche y de madrugada hay dos rituales que los Sikhs hacen cada día. Son poner el libro a dormir y despertar al libro… jejejeje en efecto. Yo tuve el honor (supongo) de dar un paseo a la hora de dormir del libro, a las 22:00, los sikhs más importantes llevan un trono desde un edificio fuera del templo recogen al libro lo ponen a dormir y se lo llevan, por la mañana (de madrugada) hacen el proceso a la inversa. Pues resulta que mientras paseaba a las 10pm admirando el templo iluminado, la comitiva del libro lo estaba sacando del templo y mientras los seguía absorto de curiosidad, me veo arrastrado por un indio hasta los pies del trono, y cual imagen en Semana Santa, tengo el honor de poner mi hombro y llevar el equivalente a una sagrado testamento original, o el mimo Corán.

 

El templo de oro

 

Sin duda un honor, del que no pretendía participar, pero la belleza de este lugar no radica en el templo, ni en el libro, sino en lo que mueve a su alrededor, pero de eso os hablaré mañana, y es lo que me ha retenido varios días en este lugar.

 


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