El templo Todai-ji (東大寺) y el Daibutsu (大仏)

En mi visita a Nara que os comenté hace unos posts el único sitio que pude ver mas o menos tranquilamente, mas que nada porque vine a eso, fue el templo de Todai-ji y su Gran Buda. Lo primero que nos encontramos, a parte de la gran cantidad de ciervos de la zona es que a la entrada al Todaiji destaca la “Puerta Nandaimon”, una gran puerta de madera custodiada por dos estatuas que miran feroces. En representación de los Nio Guardian Kings, las estatuas son designadas como tesoros nacionales, junto con la propia puerta.

Todaiji (东大寺) o “Gran Templo del este” es uno de los templos más famosos y de importancia histórica de Japón y principal atracción de Nara. El templo fue construido en el año 752 como templo principal de todos los templos budistas provinciales de Japón y se hizo tan poderosa que la capital fue trasladada de Nara a Nagaoka en el 784 con el fin de reducir la influencia del templo en los asuntos del gobierno.

La sala principal del Todaiji, el Daibutsuden (Gran Buda Hall) es el edificio más grande del mundo hecho de madera, a pesar de que la actual reconstrucción de 1692 es sólo dos tercios del tamaño de la sala original de templo. El edificio alberga una de las estatuas de bronce mas grandes de Japón, en Daibutsu de Nara o Gran Buda de Nara. Los 15 metros de altura, representa a Buda sentado Vairocana y está flanqueado por dos Bodhisattvas.

Por dentro puedes encontrar otras estatuas budistas más pequeñas y modelos de los antiguos y actuales edificios en exhibición. Otra atracción popular es un pilar de madera con un agujero en su base que es del mismo tamaño que la ventana de la nariz del Daibutsu. Se dice que los que pueden pasar a través de esta abertura se les concederá la iluminación en su próxima vida.

Luego como ya comenté en el anterior post los terrenos del Todaiji son amplios y cubren la mayor parte del norte de Parque de Nara, incluyendo una serie de edificios más pequeños como el Hokkedo (también conocido como Sangatsudo) y Nigatsudo. El Salón Nigatsudo ofrece bonitas vistas de la ciudad desde su balcón.

Un bonito sitio al que tendré que volver en un futuro con mucha mas calma.