El mundo de los termómetros se ha abierto ante mí desde que soy madre. Yo diría que antes de tener hijos apenas había usado uno pero al nacer Ares descubrí todo un mundo nuevo de termómetros corporales.
La semana pasada me puse a hacer un pedido a la farmacia online Vistafarma, porque necesitaba comprar pañales, agua micelar y líquido de lentillas, y acabé comprando también un termómetro de Galio, que llamadme ignorante, no sabía ni que existían. En esta web tienen un amplio catálogo de productos y me resulta muy práctico comprar porque además de medicamentos, tienen productos de cosmética, de higiene, productos para mamás y bebés (en alguna otra ocasión también he comprado productos de la marca Mustela) y hasta óptica y con algunas de las mejores marcas del mercado: Sensilis, Leti, Galénic, Suavinex, etc.
Así que me puse a investigar y he pensado que os podría resultar interesante hablaros de los diferentes tipos de termómetros corporales que he probado.
Tipos de termómetros corporales
En estos últimos 6 años he podido descubrir termómetros de todo tipo: digitales, de oído por infrarrojos, de tira plástica, de chupete, de mercurio o incluso controlados por app en el móvil.
Cuando nació Ares (2013) mi madre me regaló un termómetro por infrarrojos. A mí me pareció la bomba y lo cierto es que es una maravilla porque mide la temperatura de forma casi instantánea y eso se agradece mucho con niños pequeños que no saben esperar. Pero también es cierto que no es muy preciso. Nunca he sabido si tenía en cuenta la temperatura ambiente o si las pilas estaban medio gastadas pero siempre que le tomaba la temperatura me daba una cantidad diferente. Además, en función de en qué zona u otra de la frente lo ponía también alteraba el resultado.
Aún recuerdo cuando de niña usaba aquellos termómetros de mercurio y lo bien que iban. Sin pilas, sin estropearse... hasta que anunciaron que el mercurio era una sustancia tóxica tanto para el cuerpo humano como para el medio ambiente (además de la peligrosidad que tenía al poder ser ingerido por el niño si se llegaba a romper). Desde el año 2002 que están descatalogados y en el 2014 la Unión Europea empezó a sancionar su producción y venta así que es prácticamente imposible encontrarlos ya en una tienda.
Ventajas del termómetro de galio
Tras probar varios termómetros digitales que no me funcionaban bien, he acabado por volver al sistema tradicional y me he pasado al termómetro de galio.
Se puede decir que actualmente el termómetro más fiable que tenemos es el termómetro de galio. Además es un termómetro que no necesita pilas, se limpia fácilmente y es muy exacto.
Su precio es muy económico. Yo me he comprado éste modelo en la web de farmacia online Vistafarma por menos de 7 euros que además tiene un efecto lupa para ver los números mucho más grandes.
Vamos, lo más parecido al termómetro de mercurio de toda la vida. En esa misma web puedes encontrar otros varios tipos de termómetros que también me han parecido muy interesantes, aunque no os los puedo recomendar porque no los he probado.
Ahora bien, hay una gran desventaja con respecto al resto de termómetros más modernos. Y es que para hacer una medición correcta tiene que estar en contacto con la piel durante cuatro minutos si se hace medición axilar y dos minutos si se hace rectal y que al ser de vidrio, puede romperse. Aunque también es cierto que el diseño de estos termómetros es mucho más robusto para evitar que se rompa con facilidad.
Comodidad frente a precisión
Para una mayor comodidad también existen los termómetros sin contacto (también los podéis encontrar en la web de Vistafarma, os dejo el enlace). Este tipo de termómetro está especialmente indicado para medir la temperatura corporal a una distancia de 5cm en 0,28 segundos. Resultan super higiénicos y no invasivos con lo que puedes tomar la temperatura sin despertar o molestar al niño, incluso en la oscuridad porque cuentan con pantallas retro iluminadas.
El termómetro digital axilar es más rápido y no se rompe con facilidad, pero no hace mediciones tan exactas.
El termómetro ótico creo que nunca he sabido colocarlo bien y es necesaria cierta destreza para su uso adecuado, además de que en los lactantes no es fiable porque tienen un conducto auditivo pequeño. Los termómetros de frente y de chupete también se pueden ver alterados si han ingerido previamente algo que les haya podido cambiar la temperatura de la boca además de que no son tan higiénicos.
¿Qué termómetro es mejor?
Pues como digo siempre, no hay mejores ni peores sino los que mejor te funcionen a ti en cada caso. El termómetro digital me fue bien al principio, cuando los niños eran pequeñitos, pero me cansé de la falta de precisión y de que se acabaran las pilas en los momentos menos oportunos, que además de encarecer el producto, lo hacen peligroso si quedan al alcance de los niños.
A mí personalmente me gustan los de toda la vida, pero eso no quiere decir que sea la mejor opción. Los termómetros digitales sencillos también ofrecen muy buenos resultados. Permiten una lectura rápida y exacta, con sus décimas y no son tan contaminantes, sobre todo si das con alguno bueno. Nosotros no hemos tenido mucha suerte y hemos probado 2 ó 3 sin éxito.
¿Qué tipo de termómetro es vuestro preferido? ¿Cuál os funciona mejor con vuestros hijos? ¿Conocíais el termómetro de galio?
*Post en colaboraciónSheila
Me llamo Sheila y hace 7 años que decidí contar mi experiencia maternal en Blog de una embarazada. Ahora que ya soy bimadre, me encantaría seguir contigo en Palabra de Madre. ¿Te quedas por aquí? Soy curiosa y me gustaría compartir mis curiosidades contigo. Así que pregunta, comenta, comparte...