Primeras confirmaciones
Entre las películas que formarán parte de esta primera selección hay dos que llegan de Asia habiendo pasado por la Semana de la Crítica de Cannes: son la malasia Tiger Stripes, de Amanda Nell Eu, un body horror sobre una niña preadolescente que descubre un secreto aterrador de su físico, y la coreana Sleep, de Jason Yu, un film que transita entre el terror y la intriga sobre un hombre sonámbulo que cada noche que pasa tiene un comportamiento más extraño y grotesco, ante la preocupación de su mujer embarazada.
El cine de terror argentino tendrá una presencia destacada al festival, con Me encontrarás en lo más profundo del abismo, de Matías Rispau, y Cuando acecha la maldad (When Evil Lurks), de Demián Rugna. El film de Rispau nos sumerge en un mundo postapocalíptico de atmósfera lovecraftiana donde un hombre intenta escapar sin un rumbo claro. La nueva apuesta de Rugna, autor de la celebradísima Aterrados, explica la historia de dos hermanos que viven en un pueblecito rural donde un espíritu maligno posee a un hombre y trae consigo el caos al lugar.
De posesiones y otros horrores va It Lives Inside, ópera prima de Bishal Dutta, de los productores de Déjame salir, que se adentra en el terreno del cine de género con trasfondo social, en una trama sobre una adolescente estadounidense de ascendencia india que desata un poder maligno cuando rompe el frasco que lo retenía. También es una adolescente norteamericana la protagonista de Perpetrator, de Jennifer Reeder, en un coming-of-age literalmente salvaje y radicalmente feminista que se podrá ver en Molins en première catalana.
El cine de género más histriónico e independiente tendrá en Hostile Dimensions y Holy Shit! dos buenos representantes. Hostile Dimensions, del director de Death of a Vlogger Graham Hughes, es un viaje interdimensional, entre lúdico y terrorífico, sobre dos documentalistas que buscan un grafitero desaparecido; Holy Shit! es una comedia negrísima sobre un hombre que se queda atrapado en un lavabo portátil, como un reverso cómico e igualmente cruel de la mítica La cabina de Antonio Mercero.
Rematan esta primera selección Vermines, del debutante Sébastien Vanicek, una película sólida y llena de capas que nos sitúa en un barrio de extrarradio en Francia, donde a un joven apasionado por los animales exóticos se le escapa una araña venenosa, y Malum, de Anthony DiBlasi, un festival de sangre, adrenalina y sustos a costa de una joven oficial de policía que tiene que pasar una noche en una comisaría recientemente clausurada.
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